Festividad: 13 de Febrero.
Patrón de votos, acuerdos y tratados.
San Polieucto fue el primer mártir de la ciudad armenia de Melitene (Turquía). Fue soldado bajo el emperador Decio (249-251) y más tarde sufrió por Cristo bajo el emperador Valeriano (253-259). Era amigo también de San Nearco, un compañero soldado y cristiano firme, pero Polieucto, aunque llevaba una vida virtuosa, seguía siendo un pagano.
Cuando comenzó la persecución contra los cristianos, San Nearco le dijo a Polieucto: “Amigo, pronto nos separaremos, porque me llevarán a torturarme, y tú, por desgracia, renunciarás a tu amistad conmigo.” Polieucto le dijo que había visto a Cristo en un sueño, quien le quitó su capa militar sucia y lo vistió con una prenda radiante. “Ahora”, dijo, “estoy preparado para servir al Señor Jesucristo”.
Inflamado de celo, Polieucto fue al foro de la ciudad y rompió el edicto imperial de Decio que requería a todos los habitantes del Imperio adorar a los ídolos. Seguidamente se encontró con una procesión de doce ídolos por las calles de la ciudad y lanzó los ídolos al suelo aplastándolos bajo sus pies.
Su suegro, el magistrado Félix, que era responsable de hacer cumplir el edicto imperial, estaba horrorizado por lo que San Polieucto había hecho y declaró que tenía que morir por esto. “Ve, despídete de tu esposa e hijos”, dijo Félix. Paulina vino y trató de convencer entre lágrimas a su marido para que renunciara a Cristo. Su suegro Félix también lloró, pero San Polieucto se mantuvo firme en su determinación de sufrir por Cristo.
Con alegría, Polieucto inclinó la cabeza bajo la espada del verdugo y fue bautizado con su propia sangre. Años más tarde, cuando la Iglesia de Cristo, en el reinado del emperador Constantino, había triunfado en todo el Imperio Romano, se construyó una iglesia en Melitene en honor al santo mártir Polieucto. Muchos milagros se han obrado a través de la intercesión de San Polieucto. En esta misma iglesia, los padres de San Eutimio el Grande rezaban fervientemente para tener un hijo. El nacimiento de esta gran luminaria del catolicismo en el año 376 ocurrió con la ayuda del santo mártir Polieucto.
Anicia Juliana, hija de Anicio Olibrio, emperador de Occidente en el año 472, dedicó una iglesia a San Polieucto en Constantinopla entre los años 524 al 527. La arqueología ha revelado que, en el momento de la ascensión al trono del emperador Justiniano, esta basílica era la más grande de Constantinopla y que mostraba un muy ostentoso despliegue de riqueza, como pavones reales con relieves dorados, así como muchos detalles orientales.
Oración:
(A la firma del Acuerdo).
San Polieucto bendito, Patrón de los votos y de los acuerdos, te invocamos para que asistas como testigo fiel de este acuerdo entre partes. Tú, que te mantuviste fiel al voto que hiciste a nuestro Señor Jesucristo hasta la palma del martirio, intercede por nosotros ante Dios nuestro Señor para que todas las partes de este acuerdo también se mantengan fieles a su palabra. San Polieucto Bendito, ruega por nosotros. Amén.
(Antes de realizar el Voto).
San Polieucto bendito, Patrón de los votos y de los acuerdos, te invoco para que asistas como testigo fiel del voto que voy a realizar. Tú, que te mantuviste fiel al voto que hiciste a nuestro Señor Jesucristo hasta la palma del martirio, intercede por mí ante Dios nuestro Señor para que no me falten ni la fe ni la determinación necesarias para también mantenerme fiel a mi promesa. San Polieucto Bendito, ruega por mí. Amén.
R.V.