Concluimos esta interesante trilogía sobre el brexit educativo haciendo referencia a un reciente titular de la edición digital del diario El Mundo: “El consejo Escolar cuestiona el bilingüismo de Madrid: casi el 60% de los que estudian en inglés sacan peores notas que la media”.

Este artículo del pasado 21 de febrero hace mención a que los alumnos del programa bilingüe sacan peor nota media en la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EVAU) que los que siguen el sistema académico tradicional.

En otro artículo del mismo diario, un día después, el consejero de Educación defiende el bilingüismo de Madrid asegurando que “cuanto más inglés se estudia, mejores resultados se obtienen”, esgrimiendo que el bilingüismo es el gran avance que ha tenido la educación en Madrid y en España en los últimos años.

Siguiendo la idea central sobre la cual han girado nuestros dos artículos anteriores, vamos a analizar detenidamente esta afirmación. Para ello, debemos aclarar previamente que el bilingüismo escolar es una modalidad curricular que tiene por objeto consolidar la didáctica y el estudio de una lengua extranjera, fundamentalmente el inglés, mediante la enseñanza de varias asignaturas en ese idioma. Se inició  a partir de 2005 en la Comunidad de Madrid y se ha ido implantando por todo el país. Además, para ser considerado como centro bilingüe es preciso impartir ciertas horas lectivas en el idioma correspondiente.

Diferentes estudios sobre los programas bilingües disponibles en la red, como por ejemplo el realizado por la Universidad Carlos III, establecen de manera concluyente que la expresión escrita y oral en castellano se está viendo perjudicada, con lo cual el español puede ir pasando cada vez más de ser una lengua vehicular en la enseñanza a verse reducida a ámbitos menos formales como el entorno familiar y las relaciones personales.

En este sentido, la UNESCO (1953) postula que la forma más adecuada para enseñar a un niño es utilizando su lengua materna, ya que ello favorece la comprensión y la expresión. Esta recomendación quedó reafirmada en 1999 por la UNICEF que declaró públicamente lo siguiente: “Está demostrado que los niños aprenden a leer de forma más rápida, cuando adquieren sus conocimientos iniciales en su lengua materna. Además, aprenden un segundo idioma con mayor rapidez que los alumnos que han aprendido a leer utilizando un idioma que no les es familiar.”

Es por ello, en nuestra modesta opinión, que la formación de un idioma debe ser labor del profesorado especialista en dicha lengua, sin ser necesario, por norma general, que el resto de materias tengan que ser impartida por maestros bilingües. En definitiva, no podemos ni debemos convertir al inglés en el eje sobre el que gire el proceso de aprendizaje.

 ACeBe

 

Vicente Alba