El Concierto “Fantasía” en Sol menor para piano y orquesta, Op. 23, es una de esas obras de puro efecto capaces de ganar al más exigente de los auditorios.
Talento polifacético, York Bowen fue uno de los músicos ingleses más completos de su tiempo, desarrollando carreras paralelas como profesor de la Royal Academy of Music de Londres, director de orquesta, violinista y organista, aunque destacó sobre todo como compositor y pianista virtuoso, cometido este último en el que alcanzó justo reconocimiento.
Su producción musical, mal conocida fuera de las islas, es muy abundante, abordando casi todos los géneros, con obras orquestales –destacando sus dos sinfonías, Opp. 4 y 31–, concertantes –con una mención especial para sus conciertos para piano, de entre los que destacan el nº 3 ‘Fantasía’ y el nº 4, Opp. 23 y 88, respectivamente–, de cámara, para piano solo –‘Toccata’, Op. 155– así como música vocal.
El estilo de Bowen, deudor del de Rachmaninov –a su vez inspirado en el de Tchaikovsky y Chopin– y del sinfonismo romántico en general, es rico en soluciones armónicas de un cromatismo “avanzado”, cualidad que aleja a Bowen del conservadurismo de factura que tantas voces poco informadas le achacan.
Notable orquestador, dueño indudable de un estilo propio muy arraigado a la tradición, Bowen es una de las figuras subestimadas de la música inglesa del siglo XX.
José Antonio Bielsa Arbiol