Ayer al fin D. Felipe, Jefe del Estado a título del Rey habló. Que ya tocaba….
No hubo ninguna sorpresa, los mismos lugares comunes de siempre y los mismos tópicos que cualquier español podría esperar. Resumiendo el barco se hunde pero la orquesta sigue tocando.
En mi opinión lo importante del discurso está casi más en lo que no dijo que en lo que dijo.
No habló del resto de crisis y problemas que asolan España.
No hablo de las cuentas Offshore del Emérito. Se ha limitado a un comunicado tan insulso y previsible como cualquiera de sus intervenciones. No tranquiliza ni a una niña de 4 años. El ejercicio de ingenuidad que habría que hacer es imposible.
No habló más que de lugares comunes y de lo políticamente correcto. Agradecimiento a FCSE y sanitarios. ¡Sólo habría faltado lo contrario! Nada de la falta de medios por ejemplo.
No dio la más mínima seguridad a los españoles de que habrá una asunción de responsabilidades ni políticas ni penales, por parte del gobierno y políticos de las AAPP.
Una vez más el Jefe del Estado salió tarde y de forma débil e insulsa. Inocuo.
Pasó por alto alto la crisis económica derivada de la epidemia sin concretar (cómo Sanchez) nada en realidad, dejando aún en una mayor inquietud a los más necesitados de acciones claras en este aspecto, PYMES y autónomos.
Puede parecer poco pero son todos puntos críticos.
Entre lo que dijo, deja bastante pasmado que hable de “unidad de España” cuando dos comunidades se han negado a la entrada del ejército, no para ningún ejercicio de tiro o unas agresivas maniobras, sino para salvar personas. Hablar de unidad de España en esta situación de descarada desobediencia en partes importantes del país es simplemente una burla a los españoles.
También deja ojiplático hablar de la “fortaleza de las instituciones” o “de España”, por lo dicho anteriormente y además de por haber sido los españoles engañados y mentidos desde el minuto cero, por la pésima gestión, por la negligencia y la más absoluta falta de responsabilidad de los miembros del ejecutivo. Simplemente y llanamente la mentira y la negligencia lo único que consiguen es una desconfianza lógica en los españoles en las instituciones democrata-liberales. No se ve por ningún lado eso de la “fortaleza del Estado”.
Faltó valor y honestidad para hablar del lío del Emérito. Entiendo que es difícil, por ser su padre y también porque puede ser el clavo que tumbe una monarquía liberal que como cada vez se demuestra con más claridad parece abocada a, una vez más, salir por patas. Ya me perdonarán pero no yo no veo a Leonor coronada.
Una cosa es cazar elefantes y otra, en medio del sufrimiento del pueblo español por una crisis apabullante ( la anterior) ponerte a viajar con “tu amiga especial” a pegar tiros por Botswana y aun peor que directamente pillen a la ex-real churri con 65M de euros en el cajón sin explicación clara de cómo han llegados a los reales bolsillos primero y al colchón de la churri después. Y esto durante una crisis sanitaria y económica de alcance aún imprevisible. No vale con un comunicado de prensa. España está cansada y la monarquía liberal cerca de su amortización total por unas élites a las que tan fielmente ha servido pero para las que ya no es de utilidad.
Y ya terminando, me parece muy reseñable la cacerolada que aunque los mass media traten de ocultarlo fue muy importante y muy seguida en ciertas partes de España. Importante por lo masivo y por lo significativo en lo simbólico. Aunque esto puede extrañar poco después de la lista de chandrios enumerada anteriormente.
En definitiva, al final la verdad y la verdadera naturaleza de las cosas siempre sale a la luz y la verdadera naturaleza de la monarquía liberal y de la familia que la encarna, es que son meros floreros del poder (del sistema) al que sirven fielmente, mande quien mande y pase lo que pase. Sonreir y tragar.
Un rey que no reina, es como un coche que no anda, al final por mucho cariño que le tengas la única opción es deshacerte de él. Y por ahí parece que va nuestra monarquía liberal.
Que nostalgia de aquella monarquía tradicional, católica, social y representativa que siempre caracterizó a los monarcas hispanos y que tanta gloria trajo a las Españas.
Igualito que ahora.
Sergio Benito