La Comunidad de Madrid no es culpable del genocidio cometido por la PSOE y Pablo IGLESIAS, mando único de todas las residencias de ancianos de España.

Se calcula en más de 50.000 el número de personas fallecidas por el comunistavirus chino, y eso haciendo las estimaciones a la baja…

Según la seguridad social, se ha “reducido” el número de pensionistas entre marzo y abril en 38.508 personas, cifra oficial, fuera de toda duda, pues son los que han causado baja en la “manía” esa de querer cobrar todos los meses sin hacer nada.

El comunismo es lo que tiene, que sólo nos quiere productores o consumidores, nunca beneficiarios de derechos y prestaciones, por las que hemos trabajado y cotizado durante toda nuestra vida laboral.

Se estima en más de 18.000 las personas fallecidas en residencias de mayores (me niego a llamarlas de ancianos), en condiciones inhumanas, en la práctica totalidad de los casos: dejándoles morir, sin llevarles al hospital, sin ingresarles en las UCIs (muchos se podrían haber salvado), en definitiva sin mover un dedo para alargar su vida unos años más.

Son un estorbo, una rémora, un obstáculo para el “paraíso comunista”, ¡y encima son votantes de derechas!, con lo cual, miel sobre hojuelas.

¿Y quién era el mando único, el responsable supremo de todas las residencias de ancianos de España…?

Pues un tal Pablo Iglesias Turión, muy conocido en su palacete de Galapagar, sí, el de la calle cortada, con media docena de coches de la guardia civil guardando su guarida, con 2.300 metros al aire libre para “disfrutar” del confinamiento, con una ambulancia en la puerta, dos aparatos de respiración asistida, por si acaso, etc.

Un hombre al frente de un ministerio al que se había dotado de 300 (trescientos) millones de euros, para ayudar a las personas mayores, residencias, etc., y del que me gustaría saber su destino, si se han gastado en su totalidad, en qué, etc.

Desde luego su “política” en relación con los ancianos, y supongo que las instrucciones impartidas, imagino que verbales, para no dejar rastro, han consistido en permitir el mayor genocidio cometido en España, después del de su predecesor en el partido comunista, un tal Santiago Carrillo, que mandó asesinar a más de 15.000 personas en Paracuellos.

Pues ahora, según las estimaciones, pasamos de 18.000 fallecidos en las residencias de “su competencia”, repito.

Hoy le he visto por televisión, y se me han revuelto las tripas, y me daban arcadas, mientras echaba la culpa de todo a la Comunidad de Madrid, como si las competencias no fueran suyas, sino de esa Comunidad, que es competente, como autoridad delegada de la suya, pero en una sola provincia…

Supongo verá la gran cantidad de denuncias y querellas que le están lloviendo, y le van a llover, y está adoptando la táctica del avestruz, echando balones fuera. La culpa no es suya, sino de otros, preferentemente de distinto signo político, es decir del PP.

Al fin y al cabo, ambos partidos son las dos caras de una misma moneda falsa, la famosa “transición”.

Espero que el PP, que a tontos no les gana nadie, no caiga en la trampa saducea, como diría Torcuato Fernández-Miranda, de la lengua bífida de Pablo Iglesias, y ejercite las acciones penales que estime procedentes contra el “mando único”.

Los cargos en realidad son cargas, y llevan ínsitas las responsabilidades pertinentes, y lo que no se puede hacer es estar en el gobierno y en la oposición al gobierno, como pretende este pájaro de mal agüero.

 

Ramiro GRAU MORANCHO

Abogado y escritor

Ramiro Grau Morancho