El Consejo General de Colegios de Médicos -que agrupa a los 52 colegios de médicos de España- ha pedido este sábado el cese del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, “por su incapacidad manifiesta y prolongada a lo largo de la evolución de la pandemia” de coronavirus.
Los médicos, representados en este Consejo, han exigido además “respeto, reconocimiento, participación y dignidad” y han exigido un “golpe de timón” en la gestión de la pandemia y la puesta en marcha de un comité de expertos independiente.
También han reclamado una “rectificación pública” de las declaraciones que Simón realizó el pasado jueves, cuando aseguró, en referencia al número de contagios de los profesionales sanitarios, que ahora “tienen un aprendizaje con respecto a la primera ola. Los gestores hacen mejores circuitos de asistencia en los hospitales. Y obviamente, los sanitarios tienen un mejor comportamiento evitando contagiarse fuera de su espacio de trabajo”.
La petición no ha sido secundada por el Colegio Oficial de Médicos de Cataluña, según ha matizado en su cuenta de Twitter su presidente, Jaume Padrós, “por razones de fondo: la crítica legítima no justifica esta petición de cese”. Padrós ha matizado también que la reclamación hacia Simón “no formaba parte de ninguna orden del día y su trascendencia lo hacía exigible”.
En declaraciones a RNE, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Serafín Romero, ha señalado que “la trayectoria en la gestión y el abordaje de la pandemia” y las “múltiples discrepancias” que han mantenido con Simón los profesionales sanitarios han sido motivos “suficientes” para haber pedido antes la renuncia del director del CCAES, pero que “la gota que ha colmado el vaso” han sido sus últimas afirmaciones en las que “deja entrever que un inadecuado comportamiento de los mismos fue motivo en la primera ola del alto grado de infección de los mismos”, asegura. Para Romero, las palabras de Fernando Simón denotan “una insensibilidad, una falta de sentido de la realidad actual y, sobre todo, una falta de oportunidad ante una situación que arroja ya 73 compañeros y compañeros fallecidos, que deja en el camino a cientos de ellos que a día de hoy siguen luchando contra las complicaciones de esta infección y sobre todo genera un malestar entre los miles de compañeros que a día de hoy dan lo mejor que tienen en pro de poder combatir esta pandemia”.
El colectivo médico recuerda en su nota que no es la primera vez que manifiestan su malestar ante declaraciones o acciones “improcedentes” del responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias.
Entre esas declaraciones anteriores, los médicos reprochan a Fernando Simón que afirmara que se estaban realizando todas las pruebas diagnósticas a los contactos estrechos de sanitarios infectados en los equipos asistenciales en etapas con una gran incidencia de contagios de profesionales. También, que se pusiera en marcha guías de reincorporación al trabajo “sin garantías ni para el profesional ni para el ciudadano” y las discrepancias “claras” sobre la situación de la pandemia y las medidas que se deben tomar.
En ese sentido, han incidido en la ausencia de un Comité de Expertos compuesto por reconocidos profesionales, independiente y transparente, y en la ausencia de un sistema de evaluación para mejorar la respuesta a brotes de Covid-19.
Los médicos han censurado las últimas declaraciones de Simón y que las haya hecho además “desde el conocimiento de los daños que la pandemia por la Covid-19 ha dejado y está dejando sobre los sanitarios en general y sobre los médicos en particular, y que nos sitúan a la cabeza de infectados de entre los países de nuestro entorno”.
Según los profesionales sanitarios, este tipo de manifestaciones suponen además “un acto de desmotivación, incomprensión y ausencia de sensibilidad” y expresan una “ignorancia manifiesta” de las condiciones de trabajo a las que han estado sometidos, entre las que recuerdan la ausencia de equipos de protección individual o la falta de pruebas diagnósticas.
En el texto, firmado también por la Organización Médica Colegial de España, inciden en su reclamación de que la infección por el virus SARS-Cov-2 sea reconocida como enfermedad profesional y en que esta sea considerada una profesión de riesgo.
No es la primera vez que un colectivo sanitario exige el cese de Fernando Simón. Hace unas semanas lo pidió el Colegio General de Enfermería, por un comentario durante una entrevista que calificaron de “vejatorio, sexista y primitivo”. En la charla en ‘streaming’ con los hermanos escaladores Iker y Eneko Pou, uno de ellos afirmaba que no había quedado claro si le gustaban las “enfermedades infecciosas o las enfermeras infecciosas”, a lo que el epidemiólogo del Ministerio de Sanidad respondía: “No les preguntaba si eran infecciosas o no, eso se veía unos días después”.
Con posterioridad, el director del CCAES pidió disculpas, lamentando en rueda de prensa haber ofrecido una “respuesta muy incorrecta”.
Hasta aquí la noticia ofrecida por los servicios informativos de RTVE.
Nuestro comentario. ÉSTE ES EL CAMINO. Ante los graves problemas que atenazan la vida española, cada uno tiene que luchar en su puesto, desde la sociedad civil. Sus “representantes” en las diferentes asambleas parlamentarias, salvo honrosísimas pero reducidas, por no decir individualizadas, excepciones no van a hacer nada al respecto. Esta dura afirmación puede hoy hacerse sin miedo a la luz de los acontecimientos vividos en los últimos meses y, más aún, en las últimas legislaturas. Es muy posible que los tiranos que nos oprimen hagan caso omiso de las protestas de la organización profesional de los médicos. Sólo lo harán si de cara a sus cálculos de cobertura electorera les sale más a cuenta disponer de un chivo expiatorio o cabeza de turco para arrojar sobre él las responsabilidades sobre la gestión de la pandemia. Con todo el poder que tienen, y el que están reuniendo, esta patraña no sería sin embargo creíble, pues está claro que no es el único y ni siquiera el principal responsable de esta calamidad, me refiero por supuesto a la gestión, no a la epidemia en sí.
La sociedad española está empezando a reaccionar. Lo están haciendo también los padres de la enseñanza no mediatizada completamente por las instituciones políticas de este Estado-sanguijuela que padecemos.
Ha sonado la hora para una movilización intensa y extensa de toda la sociedad española, por España, y no por otros motivos que a estas alturas no resultan sólo espurios, sino bastardos.