En apenas unos pocos días el juego político en Madrid ha conocido dos audaces iniciativas que pueden tener importantes consecuencias no sólo para el propio Madrid sino para toda España. ¿Cómo pueden afectar  a la política nacional la iniciativa de Isabel Natividad Díaz Ayuso de disolver la Asamblea de Madrid y la de Pablo Manuel Iglesias Turrión de disputar las elecciones a Ayuso?

I. DÍAZ AYUSO JUEGA Y GANA CONTRA CIUDADANOS Y «MÁS MADRID»

El miércoles 10 de marzo tras el anuncio de que Ciudadanos presentaba una moción de censura contra el presidente regional de Murcia (del Pp) con el que gobernaba en coalición, Ayuso, la presidente regional de Madrid, decidió destituir a los consejeros de Ciudadanos y convocar nuevas elecciones.

Para intentar frenar esta iniciativa, los diputados de «Más Madrid» y los del Psoe presentaron sendas mociones de censura con la idea de que la tramitación de las mismas haría imposible la convocatoria anticipada de elecciones.

Aquí ya dí mi opinión al respecto y consideré que una interpretación finalista de las normas en conflicto debía conducir a considerar que esas mociones no impedían la convocatoria electoral. El auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid del domingo 14 de marzo ha avalado esta tesis.

La jugada de Ayuso ha sido evidentemente acertada. No sólo el Tribunal le ha dado la razón en este momento preliminar (falta decidir el fondo del asunto, aunque es poco probable que contradiga esta resolución) sino que sus competidores están descuadrados. Ciudadanos ha entrado en crisis y el Psoe no ha conseguido convencer a ningún ministro para enfrentarse a Ayuso.

II. IGLESIAS TURRIÓN TOMA LA INICIATIVA: POR QUÉ CREO QUE ES UN ACIERTO… PARA ÉL

Y cuando aún se hablaba de la victoria judicial del domingo de Ayuso frente al Psoe y «Más Madrid», salta la sorpresa. El Vicepresidente segundo del Gobierno, Iglesias, decide concurrir a las elecciones en las que su partido fue el gran perdedor en las anteriores elecciones regionales madrileñas siendo la formación con menos diputados.

Algunos especulan que es una «huida hacia adelante», una «retirada, una forma «honorable» de ejecutar una supuesta orden de Bruselas de expulsarle del Gobierno… Disiento. Creo que ha sido una jugada muy inteligente y que satisface varios objetivos de Iglesias.

Primer objetivo: vengar la derrota frente a Errejón en las anteriores elecciones regionales.

Recordemos que en verano de 2018-2019 el Psoe diseñó la que podríamos llamar «operación Milhouse» para dividir el voto de Podemos, erosionar a Iglesias e intentar lanzar la imagen de Íñigo Errejón Galván con el objetivo de capitalizar el voto de la «izquierda» no socialista con vistas a una futura alianza. La «operación Milhouse» consiguió convertir a Podemos en un partido inexistente en el Ayuntamiento de la capital de España y en un partido irrelevante en la Asamblea regional madrileña. Aquello fue una humillación para Iglesias.

Ahora Iglesias tiene la ocasión de vengarse. Es más que probable que el voto de la «izquierda» no socialista vaya a Iglesias y no a la médica anestesista de «Más Madrid» cuya «artrosis» jugó alguna mala pasada en la Asamblea de Madrid.

Segundo objetivo: capitalizar (y dividir) el voto de la «izquierda» en su conjunto

Justo después de que se hiciera público que ministros de la órbita del Psoe (Robles, Marlaska) no se atrevieron a competir en las elecciones regionales de Madrid frente a Ayuso, y que el Psoe parece que vuelve a presentar a Ángel Gabilondo Pujol como candidato resignado a una derrota que los ministros no quieren asumir… Iglesias decide presentarse.

De esta forma deja en evidencia al Psoe y se convierte en una figura representante de la «izquierda» en su conjunto, pues es hasta ahora el Vicepresidente 2º del «Gobierno de progreso». Con ello no sólo liquida a «Más Madrid», sino que puede atraer mucho voto del Psoe. Con su presencia, el voto de la izquierda quedaría fragmentado en tres formaciones, siendo eventualmente Podemos el líder de la «izquierda» en Madrid.

Salvando las distancias, Podemos le podría hacer al Psoe lo que Vox le hizo al Pp en Cataluña.

Tercer objetivo: debilitar al Psoe disminuyendo su peso político en el gobierno de coalición

La división del voto de la izquierda es claro que favorece a Ayuso. Y la victoria de Ayuso a quien debilita no es tanto a «Podemos»… cuanto a Pedro Sánchez Pérez-Castejón y al Psoe. Una derrota del Psoe significaría una pérdida de peso político relativo en el conjunto del «gobierno de coalición»… del mismo modo que una, improbable, victoria del Psoe en Madrid aumentaría ese peso relativo.

Para mí está claro que a Podemos no le interesa que haya una grave desproporción del peso de Psoe y Podemos en el «Gobierno de coalición» y la debilidad del Psoe da más valor relativo a Podemos.

Cuarto objetivo: no participar en los recortes sociales que, previsiblemente, ordenará la UE

Nadie puede negar ya que las «ayudas» del «Fondo de recuperación» de la UE para hacer frente a las consecuencias de las crisis vírica estarán condicionadas. Es más que probable que esas condiciones impliquen recortes sociales en materia de pensiones o de prestaciones sanitarias. Para Pablo Iglesias tendría un altísimo coste político personal ser parte del Gobierno que acuerde esos recortes. Con esta maniobra, aunque Podemos pueda seguir eventualmente en el «Gobierno de coalición» Iglesias salva la cara políticamente.

III. ESCASO MARGEN DE MANIOBRA PARA EL PSOE

La situación deja con escaso margen de actuación al Psoe.

El eventual apoyo de Ciudadanos que parece deseoso de prestar Edmundo Bal Francés (aunque sea Inés Arrimadas García la que pone la cara) se ha visto complicado tras el espantoso ridículo de la maniobra intentada en Murcia. No parece que la entrega de Ciudadanos vaya a compensar.

Pablo Casado Blanco y su «tutor» Alberto Núñez Feijoo están deseando también formar un gobierno de «salvación» junto al Psoe siguiendo los «consejos» del Foro de la Toja. Pero una eventual victoria de Ayuso complica a Casado y a Núñez sus propósitos.

Una posible maniobra del Psoe para «minimizar» los daños sería poner fin, o en pausa, la «operación Milhouse» y obliga a «Más Madrid» a no presentarse en solitario haciéndolo en su caso en coalición con el Psoe. Aunque así quedara desvelado el designio original de la operación.

IV. CONCLUSIÓN

Parece que nos acercamos a un duelo Ayuso-Iglesias. Son ellos los dos políticos que más valor e inteligencia han demostrado en este momento político.

¿Nos esperan aún nuevas sorpresas?

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional

Director del Centro de Estudios sobre el Sáhara Occidental

Universidad de Santiago de Compostela

Publicado en www.periodistadigital.com – 15/03/2021

 

 

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