Los partidos políticos, muchos de ellos auténticas partidas, son estructuras de poder. Creo que esto nadie lo duda, y menos a estas alturas de la historia.

La mayoría solo buscan el poder. El poder por el caso, caso de Pedro Sánchez, o Pablo Iglesias, dos auténticos animales políticos, y que me perdonen los animales, por compararles con ellos, pues salen perdiendo…

El funcionamiento interno de todos los partidos, sin excepción, es inconstitucional, pues ninguno –y he dicho ninguno- respeta el Artículo 6 de la Constitución vigente:

“…Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.

En realidad todos los partidos actúan igual que la fiscalía general del gobierno (que no del Estado, al menos la actual), pues todos tienen una organización jerarquizada, de arriba abajo, dónde los de arriba mandan, y los de abajo obedecen…

Nadie que me conozca, y hasta los que no me conozcan, pero que lean mis artículos, entrevistas, etc., dudará de mis simpatías por Vox.

Y precisamente por ese afecto hacia Vox, que no sé si es reciproco, -pues los partidos no tienen amigos, sino personas de las que se sirven mientras les son útiles-, no entiendo que pasa con Vox Málaga, que ha emprendido una campaña de ataques, difamaciones, insultos, amenazas, etc., contra un diario digital de ámbito nacional, aunque publicado en Málaga, ALERTA DIGITAL, con el que me honro colaborando desde hace varios años.

No sin antes tener algún rifirrafe con don Armando Robles Valenzuela, su director y fundador, persona de carácter, de mucho carácter, igual que el que suscribe, pero ambos profundamente católicos y patriotas españoles.

Ninguno somos hipócritas o fariseos, ni mucho menos integrantes de la derecha cobarde, que vota al PP, como mal menor, ese partido para ayudar…a los partidos de izquierdas.

Y los dos hemos sabido pedirnos perdón mutuamente, y seguir adelante, pues es más lo que nos une que lo que nos separa.

La Constitución consagra en su artículo 20, como derechos fundamentales, los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción, garantizando que “El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa”.

Pues bien, en la provincia de Málaga, Vox Málaga amedrenta, amenaza, persigue, difama, etc., a sus afiliados colaboradores de ALERTA DIGITAL, les impide firmar artículos en ese diario, facilitarles informaciones, etc., vamos que ha declarado una guerra a muerte, a ese diario digital, de ámbito nacional, repito.

Y yo me pregunto:

  • ¿Es que VOX nacional no manda nada en VOX Málaga, o es que allí el partido es una jaula de grillos, dónde cada uno hace lo que le da la gana?

O, lo que sería todavía peor, mucho peor:

  • ¿Acaso VOX apoya la persecución ideológica de aquellos medios no afines al ciento por ciento, o que no les ríen las gracias…?

Me gustaría oír alguna voz autorizada del partido, en Madrid, sobre el particular, pero aún me agradaría más que esta persecución desapareciera.

Y lo mismo digo, y diría, si los perseguidos fueran PaNam Post, El Correo de España, El Español Digital, Catalunyapress, El Diestro, ElCriterio, o Heraldo de Oregón, otros diarios digitales que me hacen el honor de dar acogida a mis trabajos, escritos todos y cada uno de ellos en defensa del interés público, y sin interés personal alguno, tanto es así que, -para satisfacción de mis enemigos y adversarios-, nada he cobrado ni percibo por ninguno de los miles de artículos publicados.

¡Pero daría un riñón por defender el derecho a la libertad de expresión y de opinión de cualquiera de ellos, pues ese derecho es también mi derecho, nuestro derecho!

A Dios gracias, todavía no vivimos en Venezuela, aunque vamos camino de ello, y a velocidad de crucero.

 

Ramiro GRAU MORANCHO

Abogado y Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España

Ramiro Grau Morancho