Las quiebras empresariales se están disparando en España, aumentando a tasas muy superiores a las observadas en otras economías europeas. Pese a que el impacto de la pandemia del coronavirus ha sido comparable, lo cierto es que los resultados de bancarrotas mercantiles que se observan en nuestro país nos dejan muy mal parados en comparación con nuestros socios comunitarios.
Eurostat, la agencia estadística europea, constató que en el primer y segundo trimestre de 2020 se produjo un retroceso anómalo en los concursos de acreedores registrados en buena parte de Europa. Dicha caída se explica por las medidas de urgencia adoptadas en los primeros compases de la pandemia, cuando la mayoría de los gobiernos cerraron sus oficinas y juzgados y ofrecieron moratorias a la espera de una situación mejor.
En el tercer trimestre de 2020, el aumento trimestral de las bancarrotas ya empezó a reflejar el efecto de la pandemia, con una subida del 13,3% en la Unión Europea y del 19,4% en la Eurozona. La misma tendencia se observa en el cuarto trimestre de 2002, cuando los repuntes fueron, respectivamente, del 5,7% y del 9,1%.
Entre enero y marzo de 2021, el ritmo de destrucción de empresas parecía moderarse, puesto que en la UE-27 solo hay una subida del 1,7% y en la Eurozona se registra un descenso del 1,2%. De abril a junio, los datos arrojaron nuevos aumentos, de un 1,8% en la Unión Europea y de un 6,9% en la Eurozona.
Ante este panorama, parece evidente que España lo tenía muy difícil a la hora de esquivar una crisis de calado en su tejido productivo, puesto que toda Europa ha atravesado un shock muy severo. La clave, no obstante, radica en la intensidad de la caída, puesto que nuestros datos son marcadamente peores que los de las demás economías del Viejo Continente.
Así, el aumento trimestral de las declaraciones concursales ascendió al 49,5% en el tercer trimestre de 2020, frente a la subida del 13,3% en la UE y del 19,4% en la Eurozona. En el cuarto trimestre de 2020, el repunte en España fue del 17,4%, muy por delante del 5,7% en la UE o del 9,1% en la Eurozona.
En 2021 se mantiene la brecha. Por ejemplo, de enero a marzo se registra una subida del 20,4% en las bancarrotas registradas en España, mientras que la UE experimentó un aumento del 1,7% y la Eurozona dejó una caída del 1,2%. En la misma línea, de abril a junio se produce una subida del 17,8% en España, por delante del 1,8% que se anotó la UE o del 6,9% correspondiente a la Eurozona.
De modo que, con los últimos datos disponibles, el ritmo trimestral de aumento de las quiebras empresariales es nueve veces más intenso en España que en el conjunto de la Unión Europea. Y no solo eso: si nos medimos frente a nuestros vecinos de Portugal, que también presentan una economía más dependiente del turismo y por tanto están igualmente expuestos al efecto depresivo de la caída en los flujos de viajeros internacionales, lo que nos topamos es que, sin ser del todo buenos, sus datos son claramente mejores que los nuestros, con una caída del 8,6% entre enero y marzo y una subida del 10,9% entre abril y junio, dos resultados claramente mejores que la subida del 20,4% y del 17,8% que tuvo España en el primer y segundo trimestre.
No hay que olvidar, por otro lado, que la obligación de acogerse a un concurso de acreedores se ha retrasado y pospuesto durante meses, merced a diversas moratorias aprobadas por el gobierno de Pedro Sánchez, de modo que los datos futuros también serán negativos, puesto que no solo seguirán recogiendo el deterioro de la economía, sino que irán incorporando también aquellas bancarrotas que no se hayan materializado formalmente por tal motivo.
Diego Sánchez de la Cruz
Publicado en www.libremercado.com – 07/09/2021
Alerta en las empresas: las quiebras se disparan en España – Libre Mercado