Los intereses del hijo de Biden en tierras lejanas
Corría el año 2019. El entonces presidente Donald Trump, el 25 de julio, llamaba al ya entonces presidente ucraniano Volodímir Zelenski recién elegido, para que investigara a Hunter Biden, el hijo de su gran rival político en las elecciones presidenciales Joe Biden. Todo se remontaba a cuando Biden era vicepresidente de Estados Unidos con Obama. Se tenían sospechas que Joe Biden habría presionado al gobierno pro-ruso de entonces, presidido por Viktor Yanukovich, para que despidiera al fiscal que estaba investigando la corrupción en la mayor compañía ucraniana de gas en la que estaba involucrado Hunter Biden. La amenaza de papá Biden fue que se si no se dejaba de acosar a su hijo, retendría ayudas económicas destinadas a Ucrania.
El escándalo en Estados Unidos levantó gran expectación al ser aireado por el The Wall Street Journal e implicó hasta al exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, acusado de difundir los negocios “sucios” de Hunter Biden para beneficiar a Donald Trump. En medio de la polémica, Hunter Biden reconoció haberse reunido con un funcionario de la Fiscalía General de Ucrania en París y que se entrevistó en Madrid con Andriy Yermak, un asistente de Zelenski, para renegociar el “asunto” de las ayudas y la purga del fiscal díscolo. Todo este trasunto, se volvió contra el aún presidente de EEUU y provocó el primer proceso de destitución (impeachment) de Donald Trump, al considerar que las acusaciones de este contra Biden eran calumniosas y vertidas en plena campaña electoral. El miércoles 5 de febrero de 2020, Trump fue absuelto por el Senado de los cargos de los que se le acusaba.
Los negocios gasísticos de Hunter Biden en Ucrania
Pero las acusaciones de Trump resultaron ser ciertas. En su día, cuando los Obama ocupaban la Casa Blanca, se dijo que no había ningún problema con los negocios en Ucrania de Hunter Biden porque era un ciudadano que se representaba a sí mismo y tampoco existía ninguna evidencia de corrupción por su parte. Había obtenido, en abril de 2014, un puesto remunerado en Burisma Holdings como asesor. Esta es la mayor empresa ucraniana del sector gasífero que además tenía importantes intereses en la recién perdida península de Crimea. La compañía había sido fundada por un aliado político de Viktor Yanukovych (que fuera expulsado en febrero de 2014 tras las protestas masivas en el Maidán). La marcha de Yanukovych y la consecuente inestabilidad política, llevó a la administración de Obama a moverse rápido para fortalecer lazos con los nuevos gobiernos de Ucrania. Joe Biden viajó a Ucrania y mantuvo contacto con los nuevos presidentes Oleksandr Turchínov (que duró pocos meses en el cargo) y Petró Poroshenko. Las intenciones “no confesables” de este viaje era poder mantener los intereses económicos de la familia Biden en Ucrania[1].
El tres de abril de 2014, tras la mencionada caída del presidente Victor Yanukovich -orquestada por la subsecretaria de Estado estadounidense Victoria Nuland (toda una personaje del Estado profundo norteamericano)-, se produjo en el Ambrossetti Club, a orillas del lago Como (Italia) una reunión de alto nivel. Se encontraron el multimillonario Stephen Schwartman, director del fondo de inversiones Blackstone (no confundir con Blackrock) y partidario de abandonar sus inversores de Rusia, con uno de los ex consejeros del entonces secretario de Estado John Kerry, David Archer, y su compañero de juergas Hunter Biden [2]. De ese encuentro, David Archer salió nombrado miembro del Consejo de administración de Burisma Holdings, una de las compañías más importante de Ucrania en el sector del gas natural. Su propietario, el oligarca Mykola Zlochevsky, fue objeto de acciones judiciales iniciadas por el FBI estadounidense y el MI5 británico, por atribuirse ilegalmente licencias gaseras. No obstante, David Archer se convirtió en cabeza visible de los negocios del oligarca ucraniano, con un sueldo de 83.333 dólares al mes. El 12 de mayo de 2014 (justo un día después del mencionado viaje de Joe Biden a Kiev), Hunter Biden entraba en el consejo de administración de Burisma Holdings. Su nómina era de 50.000 dólares mensuales y abandonó el cargo en 2019.
Durante el segundo semestre de 2014, Burisma Holdings sobornó con 7 millones de dólares al fiscal general de Ucrania –nombrado por el nuevo régimen de Petró Porochenko– para que redactara documentos falsos y cerrara las acciones judiciales contra la empresa y contra su propietario [3]. Todos esos hechos fueron ampliamente publicados en la prensa ucraniana, pero nunca llegaron a Europa. Las noticias sobre la corrupción en Ucrania caían con cuenta gotas desde diarios como el Wall Street Journal, desde donde se denunció que el secretario de Energía estadounidense, Rick Perry, presionó al ya presidente Volodimir Zelenski para se deshiciera de los administradores de la compañía gasera pública Naftogaz y los sustituyera por norteamericanos como Amos Hochstein (oponente del Nord Stream 2 del que enseguida hablaremos). Hoy, este personaje es el Enviado Especial y Coordinador de Asuntos Energéticos Internacionales en la administración Biden.
Los Biden siguen vinculados económicamente a las gasísticas ucranianas. Estas habían de ser las grandes perdedoras con la terminación de la construcción del Nord Stream 2. Este gaseoducto había de conectar directamente Rusia con Alemania y ello haría “prescindibles” buena parte de los gaseoductos que hoy recorren Ucrania. Sólo la actual guerra ha paralizado el Nord Stream 2 y de nuevo Ucrania se convierte en un territorio imprescindible para el paso del gas hacia Europa y sigue siendo un negocio para los intereses de los Biden. Para corroborar esta apreciación, basta leer un artículo de Forbes, del 25 de agosto de 2021, en el que en una visita de Zelensky a Merkel, este: “advirtió a Merkel que Nord Stream 2 pone en manos rusas una gran arma política y continuó con sus duras críticas al respecto. Merkel respondió diciendo que lo importante ahora es asegurar que se prorrogue el actual contrato de tránsito entre Rusia y Ucrania, que vence en 2024 y a través del cual Ucrania obtiene casi el 3% de su PIB. De esta forma, se reducirá cualquier influencia rusa sobre sus vecinos”.
El espinoso asunto de los laboratorios de guerra bacteriológica
De momento ya es un dato más que comprobado que el hijo del presidente Joe Biden controla las principales compañías ucranianas de producción y comercialización de gas. Pero además fue, o es aún, intermediario entre los laboratorios ucranianos de armas biológicas y el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Desde la disolución de la URSS, el Departamento de Defensa de Estados Unidos se puso en contacto con Ucrania. En principio, la Agencia de Estados Unidos para la Reducción de las Amenazas (Defense Threat Reduction Agency – DTRA) ayudaría a desmantelar esos peligrosos laboratorios en suelo ucraniano. Pero como ya hemos denunciado en otro artículo, Estados Unidos aprovechó su entrada en la ex República soviética para controlar esos laboratorios y crear otros nuevos donde se sigue experimentando bajo un notable sigilo. Entre 2005 y 2014, esa agencia estadounidense tomó el control de los biolaboratorios ucranianos y s construyó ocho laboratorios más en Ucrania. A partir de 2016, Ucrania empezó a realizar sus propias investigaciones sobre armas biológicas en los biolaboratorios construidos por la DTRA y bajo el control de esa agencia.
El digital estadounidense The National Pulse ha sacado a la luz una serie de informaciones inquietantes [4]. Según este medio, la firma comercial Rosemont Seneca Technology Partners (RSTP), filial de Rosemont Capital, empresa fundada por Hunter Biden y por Christopher Heinz (delfín del entonces secretario de Estado John Kerry)– servía de enlace entre el Departamento de Defensa de Estados Unidos y el ministerio de Salud ucraniano. Esta empresa se encargó de organizar reuniones entre generales estadounidenses y autoridades sanitarias ucranianas. Ha sido acusada de corrupción en intermediar en la construcción de laboratorios bacteriológicos.
Reunión realizada en 2016 entre generales norteamericanos y autoridades sanitarias ucranianas
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, denunció en marzo de 2022 la implicación de la élite política de Estados Unidos en la construcción de armas biológicas en Ucrania. Y recordaba que “En el 2016, se detectó un brote de la fiebre porcina entre los militares ucranianos que custodiaban el laboratorio biológico en Járkov dejando 20 muertos. El incidente fue tapado”. La denominación «gripe porcina» ha sido utilizada para designar varias enfermedades diferentes, entre ellas la provocada por el virus H1N1. Pero este no es el único incidente sospechoso de accidente bacteriológico [5]. Una investigación rusa, declara haber detectado en Ucrania 15 biolaboratorios y gran cantidad de contenedores de agentes patógenos utilizados en esas instalaciones.
Por si hubiera dudas, la cadena estadounidense Fox News transmitió, el 9 de marzo de 2022, parte de una audiencia de la Comisión del Senado de Estados Unidos para las Relaciones Exteriores, donde la subsecretaria de Estado Victoria Nuland reconoció, el 8 de marzo, que Estados Unidos está implicado en programas de “investigación biológica” militar en Ucrania. La actual Guerra hacia dos semanas que había empezado. Sorprendentemente, el Departamento de Estado emitió, al día siguiente, un comunicado donde afirma que ”Estados Unidos no posee ni explota laboratorios químicos o biológicos en Ucrania, respeta plenamente sus obligaciones a la luz de la Convención sobre las Armas Químicas y la Convención sobre las Armas Biológicas y no desarrolla ni posee armas de ese tipo en ningún lugar”. Toda una estrategia, para variar, de desinformación. Recordemos que Victoria Nuland estuvo en varias ocasiones en la plaza Maidan apoyando las manifestaciones derrocaron al presidente pro-ruso Viktor Yanukovych.
Más y más sospechas de corrupción sobre Hunter Biden
En septiembre de 2020, el New York Post revelaba que el FBI había obtenido un ordenador [6] perteneciente a Hunter Biden con pruebas de su implicación en negocios ilícitos en Ucrania y en China. En esos momentos, su padre, Joe Biden, era vicepresidente de Estados Unidos. Sin embargo, las agencias de inteligencia norteamericanas atribuyeron esta noticia a una “maniobra rusa” para desestabilizar el país. No obstante, dos años más tarde, el 16 de marzo de 2022, el The New York Times declaraba que el ordenador y su información eran auténticos [7]. Desde entonces, el hasta ahora “discreto” Hunter Biden, se ha convertido en el centro de todas las miradas.
El disco duro del portátil contenía una gran cantidad de correos electrónicos, mensajes de texto, fotos y documentos entre Hunter Bide, su familia y sus asociados que detallaban sus negocios en Ucrania y China. Entre muchas fotos, Biden aparece dormido con una pipa de crack en la boca, con prostitutas a cuatro patas o en la cama, desnudo con cara de ido y en actitudes muy comprometidas. También contiene fotos inquietantes en las que aparece con Hallie Biden, la viuda de su hermano Beau, que murió a causa de un tumor cerebral en 2015 [8]. Y en otras se “demuestra” que tuvo una aventura con su otra cuñada, la hermana de Hallie.
En plena guerra de Ucrania, Estados Unidos está viviendo con estupor el caso de Hunter Biden. Los senadores republicanos Chuck Grassley y Ron Johnson han publicado pruebas que demuestran la existencia de transferencias de dinero realizadas por varias empresas chinas cercanas al Partido Comunista de China dirigidas a Hunter Biden. Algunas de esas transferencias van directamente a empresas controladas él, pero otras van dirigidas a su nombre. Se trata de transferencias cuyo valor fluctúa entre 100.000 dólares y 5 millones de dólares.
Ciertamente, algunos de los negocios del hijo de Biden en China, son conocidos públicamente y de ellos él mismo ha hablado en entrevistas y documentos publicados por los republicanos del Senado en la Comisión de Finanzas y la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales. Tras dejar su padre su mandato de Vicepresidente de Estados Unidos, Hunter Biden trabajó para CEFC China Energy para invertir en proyectos energéticos de Estados Unidos. En estos documentos aparecen curiosidades como el regalo, en 2017, de un diamante de 2,8 quilates que Hunter recibió del fundador de CEFC, Ye Jianming, después de una reunión de negocios en Miami. En 2019, Biden proporcionó a la revista New Yorker un relato sobre la recepción del diamante de Ye. Las investigaciones pusieron en un aprieto fiscal a Biden jr., por no haber declarado ese regalo. Aunque eso era simplemente la punta del iceberg de una red de corrupción de los Biden.
Más adelante, representó como abogado a Patrick Ho, quien fue condenado en 2018 por sobornar a funcionarios en Chad y Uganda para beneficiar los proyectos de energía de CEFC en esos países y de paso se aprovechó de comisiones. Ho fue condenado a una pena de prisión federal de tres años. Anteriormente, en 2013, en pleno mandato de Obama, Hunter Biden se involucró en la creación de un fondo de inversión llamado BHR Partners para acuerdos fuera de China. Hunter Biden era miembro no remunerado de la junta de BHR. La prensa del momento no dudó en ver en este asunto conflicto de intereses por el cargo que ocupaba su padre.
Las causas de la Guerra en Ucrania son complejas y van desde lo Geopolítico hasta las ambiciones más miserables. Por eso nos hemos querido entretener en esta serie de artículos sobre este conflicto, en este personaje deplorable.
Javier Barraycoa
Publicado en Posmodernia
NOTAS
[1] En su viaje a Kiev en 2014, Joe Biden declaró que Ucrania debía de iniciar un proceso interno para depender en menor medida del gas ruso, país vendedor de gas a Ucrania y Europa.
[2] El entorno político y de influencias de Hunter Biden es conocido por su asiduo consumo de drogas. De ahí la misteriosa expresión de Putin que uno de los motivos de la “Operación militar especial” sobre Ucrania era para librarla de los “drogadictos”.
[3] Existe la grabación de una conversación telefónica donde se oye al ya presidente ucraniano Petro Porochenko confirmarle al vicepresidente estadounidense Joe Biden que el asunto está «arreglado».
[4] “Hunter Biden Bio Firm Partnered With Ukrainian Researchers ‘Isolating Deadly Pathogens’ Using Funds From Obama’s Defense Department”, Natalie Winters y Raheem J. Kassam, The National Pulse, 24 de marzo de 2022.
[5] Ver El misterio de las «armas de destrucción masiva» en Ucrania.
[6] Se trataba de un ordenador portátil que llevó a arreglar hace tres años y olvidó recoger. Hunter llevó su Macbook Pro a una tienda informática de Wilmington, en Delaware, en abril de 2019 para que lo repararan y se recuperaran los datos, pero nunca pasó a por él. El dueño de la tienda, John Paul MacIsaac, hizo una copia del disco duro y se lo entregó al entorno de Donald Trump, en plena batalla contra Joe Biden por la Casa Blanca. Hunter Biden, ante las acusaciones, afirmó que se lo habían robado los “rusos”. Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y abogado de Trump, lo hizo llegar al diario The New York Post, que publicó parte de los archivos en octubre de 2020, semanas antes de las elecciones presidenciales.
[7] “Hunter Biden Paid Tax Bill, but Broad Federal Investigation Continues”, The New York Times, 16 de marzo de 2022
[8] Tras la muerte de Beau, Hunter se divorció de su mujer, Katheleen, madre de sus tres hijas, y se refugió en brazos de su viuda, Hallie. La relación era secreta pero acabó aireada en la prensa y rompieron.