Francia quiso conquistar Rusia, en tiempos de Napoleón, y fracasó.
Fueron derrotados por el General Invierno.
Alemania intentó conquistar Rusia, en tiempos de Hitler, y fracasó.
Fueron derrotados por el General Invierno.
Estados Unidos quiere derrotar a Rusia, por estado interpuesto, Ucrania, y con el apoyo de la OTAN, que mangonean a su antojo, y la Unión Europea, en el papel de tontos útiles, y fracasarán.
Serán derrotados por el General Invierno.
¿Imaginan ustedes a nuestros débiles y afeminados compatriotas, españoles y del resto de la UE, pasando frio…?
Yo, no.
Todos somos muy valientes, pero siempre que vayan a la guerra otros.
Y muy “solidarios”, pero con dinero público.
Putin, que nos tiene tomada la medida, y en el fondo, nos desprecia –y no le falta razón-, va a cortar el grifo del gas, y a ver como pasamos el duro invierno, con una población que es incapaz de sufrir ni frío ni calor…
Cada uno de los países buscará solucionar sus propios problemas, pasando de los otros, y si no, a las pruebas me remito.
En el caso español, lo que más me preocupa es que el gobierno diga que no hay ningún problema.
Es para echarse a temblar.
Un inútil que nos ha enemistado con Argelia, para tapar sus trapos sucios –confío y espero que algún día sepamos cuales-, que era y es nuestro mejor proveedor, más próximo y más barato.
La Unión Europea, que no ha pasado de ser una unión de mercaderes, hará lo que hace este gremio, y es buscar su propio beneficio, sin importarles un bledo los problemas de los demás países.
Y así nos encontraremos con una clara demostración de que la UE debería ser rebautizada, como Desunión Europea, DE.
Mientras tanto, USA se pone las botas, vendiendo armas, gas licuado, y lo que haga falta, a la vieja y decadente Europa, un auténtico geriátrico, se mire por donde se mire.
Un territorio que está siendo invadido y ocupado por los musulmanes y los chinos, dos pueblos emergentes, que amenazan con repartirse el mundo, mientras nosotros esperamos que nos apliquen la eutanasia, para reducir gastos.
Lo primero es lo primero, y no se trata de recortar por la casta política, sino por los contribuyentes, que solo tienen el deber de pagar toda su vida, pero con menos derechos cada día.
Perdonen que no me ría, pero en el pecado –el egoísmo, el hedonismo, etc.-, llevamos la penitencia.
Por favor, el último que apague la luz, que está carísima.
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor