En “El concepto de la Hispanidad y el patronazgo de Nuestra Señora del Pilar ” de D. Arturo Lozano, que fue archivero del Arzobispado de Zaragoza (yo lo conocí personalmente porque era sacerdote de mi parroquía y un sabio)

«[…]La fecha original

Si bien se sostiene, sobre todo a raíz de las revelaciones de la Madre Ágreda, que, de acuerdo con la tradición, la Virgen Santísima vino a Zaragoza desde Jerusalén y en carne mortal, para consolar al Apóstol Santiago, en la noche que va del 1 al 2 de enero del año 40 de nuestra era, tenemos noticias muy fiables de que la fiesta mayor se celebraba ya el 12 de octubre en pleno siglo XII.

Como oportunamente estudió y publicó F. Gutiérrez Lasanta, existe una «Carta de concordia entre los Obispos de Pamplona y Zaragoza», que lleva la fecha de 12 de octubre del año 1121, «fiesta de la Dedicación de la Iglesia de Zaragoza».

Parece que esta fiesta se corresponde con la Iglesia de Santa María del Pilar, ya que, conquistada Zaragoza por el Batallador en el año 1118, parece que las únicas iglesias con relevancia que quedaban en la ciudad, tras la larga dominación musulmana, eran la de las Santas Masas y la de Santa María.

Es cierto que don Pedro de Librana, el primer Obispo tras la reconquista de la ciudad, procedió a habilitar e inaugurar muy pronto un brazo de la antigua mezquita mayor, que con el tiempo se convertiría en la Catedral de La Seo.

Pero, por otro lado, hay un manuscrito (n.° 1.582 de la Biblioteca Nacional) del canónigo de La Seo don Juan Briz Martínez, que, aunque fechado ya en 1642, es muy interesante a nuestro propósito, ya que en él se alude clara y directamente a la fiesta de la Dedicación y la adjudica a la Santa Capilla del Pilar, por varias razones:

1.° La Carta de Concordia entre los Obispos de Zaragoza y Pamplona, en que -como hemos señalado previamente, pero el escrito se hace eco de la misma se señala la fecha de 1121 corno de la Dedicación de la Iglesia de Zaragoza, sólo cuatro años después de la conquista; y el rey Alfonso inauguró La Seo no en ese día, sino el 6 de enero.
Y
2.° Cita al padre Fray Diego Murillo como muy bien documentado que sostiene lo mismo. (La obra aludida de Fray D. Murillo se titula Fundación milagrosa de la Capilla Angélica de la Virgen del Pilar y su fecha de edición es 1616.) El P. Murillo, en efecto, aduce incluso una sentencia de la Rota del 18 de junio de 1610 en este sentido. Hay, además, una carta que escribe en 1602 el canónigo del Pilar Bartolomé Llorente al canónigo de La Seo Bartolomé Leonardo de Argensola, sobre este mismo tema de la Dedicación y fiesta del 12 de octubre.

En esta interesantísima carta, que no podernos transcribir por razón de espacio, pero que el lector podrá consultar en la citada obra de G. Lasanta (volumen 8.1) certifica que esta fiesta del 12 de octubre que los canónigos del Pilar vienen celebrando desde fechas muy remotas, como lo fue desde el principio hasta la toma de Zaragoza -dice textualmente-, tuvo como centro la memoria de la milagrosa aparición de Nuestra Sefíora al Apóstol Santiago, el cual -se dice-, por mandato de la Virgen, le edificó y dedicó el templo. La carta tiene como motivo fundamental certificar de la antigüedad y pertenencia de la fiesta a la Iglesia del Pilar y comunicar que, junto a la gran solemnidad que ha cobrado la celebración desde hace algunos años, desde esa fecha de 1602 tendrá lecciones propias.

A refrendar la tesis viene ahora la referencia a los misales de la biblioteca del Cabildo zaragozano. Uno del siglo xv (sin que se concrete más su fecha) y otros correspondientes a los años 1486, 1522, 1540, 1554 y 1555, todos ellos repiten la misma nota: «12 de Octubre. Fiesta de la Dedicación de la iglesia de Santa María la Mayor y del Pilar». Y siguen algunos detalles en torno al rito y tenor de la solemnidad.

Hemos creído interesante detenernos en las precedentes consideraciones en torno a la fecha exacta y antigüedad de la fiesta, ya que por sí misma es de gran valor en orden al título que proclamamos de Santa María del Pilar de Zaragoza sobre la Hispanidad.

No está en dependencia la fecha del 12 de octubre, en que Zaragoza celebra las fiestas mayores en honor de Santa María del Pilar, de aquel otro venturoso 12 de octubre del año 1492, en que las naves de Colón tocaron las tierras del Nuevo Mundo.

Tampoco, efectivamente, tenemos humanamente razones para afirmar la dependencia del descubrimiento de la solemnidad pilarista.

Pero nadie nos puede prohibir que, cristianamente, juzguemos providencial la coincidencia y que alberguemos en nuestro interior la exultante sospecha de que Dios quiso que, a partir de aquel 12 de octubre de 1492, ya no fuera sólo un templo hermoso a las orillas del Ebro el dedicado a su memoria, sino que en una versión plástica y moderna de su propia «buenaventura evangélicas: «Me llamarán bendita todas las generaciones», su santuario se extenderá por todo el universo y las estrellas de la corona zaragozano se multiplicarán prodigiosamente en una constelación inabarcable de templos, imágenes, lugares y, sobre todo, de corazones.»

 

MM

MM