Don Álvaro de Figueroa y Torres (Madrid, 1863-1950), Conde de Romanones, fue un político español, dos veces Presidente del Gobierno, con luces y sombras, como todo el mundo, pero una persona muy avispada, quizás demasiado, del que se decía que cuándo en el Congreso se discutían las leyes, él comentaba, en tono socarrón: “Hacer las leyes, que luego yo haré los reglamentos”…
Y en esas estamos, con un gobierno que legisla a golpe de reales decretos-leyes, que luego convalida el PP, ese partido para apoyar… al PSOE.
Se dice que el Conde de Romanones acabó siendo propietario de media provincia de Guadalajara, siguiendo la innata tendencia de los políticos de enriquecerse y hacerse millonarios, y no necesariamente robando: uso de información privilegiada, recibiendo dádivas y mordidas de los adjudicatarios de obras públicas, etc.
¡En fin, todo eso que los gobiernos del PSOE y del PP llevan décadas haciendo, y no digamos los partidos regionalistas y separatistas, que esos roban como si no hubiera un mañana!
El Conde de Romanones era un patriota, un gobernante, y un hombre respetuoso con el Rey y el orden político institucional, todo lo contrario de Pedro Sánchez.
Pero era un hombre sagaz, astuto, inteligente, que publicó en 1944 un libro, titulado “Breviario de Política experimental”, en la editorial Espasa-Calpe, del que poseo la edición primigenia, si bien bastante deteriorada, sin la portada, y que guardo como oro en paño, pues refleja la quintaesencia de su pensamiento político.
He visto por internet que tiene publicados otros libros, y que en fechas recientes se han reeditado, por lo que aconsejo a los lectores, si es que tengo alguno, que se asomen a su pensamiento político, fruto de su formación, experiencia, edad, y cuando ya estaba de vuelta de todo.
Dice así:
“Los amoríos de los Reyes son vistos con indulgencia por los pueblos; a veces, con casi una aureola.
El más leve desliz de una Reina no se perdona”.
Creo que sigue de palpitante actuación, y si no, pregúntenle a la todavía reina consorte, a ver qué opina…
También:
“La debilidad, la falta de carácter y de voluntad son los mayores defectos de un Rey”.
Reflexión que le viene que ni pintada a Felipe VI.
Asimismo, es aplicable al Rey actual, este agudo pensamiento:
“La confianza se logra por lo que se hace, no por lo que se dice.
Porque los actos, no las palabras, resuelven el carácter, que es lo principal del hombre”.
Recuerdo que mi madre, que en el Cielo está, siempre me decía que una persona sin carácter, no valía nada.
Y tenía razón.
También tiene reflexiones que le vienen como anillo al dedo a Pedro Sánchez:
“Hay hombres que mienten a todos y también se mienten a sí mismos. Éstos llegan a estar convencidos de que la mentira forjada por ellos es la verdad, y la defienden con mayor empeño que la verdad misma.
Por eso son los más peligrosos en la política”.
Y mucho me temo que este es el caso de Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Otro aforismo que le viene como anillo al dedo:
“El Jefe del Gobierno ha de cuidar de no abusar de su autoridad, único medio de no perderla”.
Cuyo es el caso que nos ocupa y preocupa…
Concluyo ya, con una reflexión totalmente aplicable a la España actual, pronto ex España:
“Grave amenaza para el ciudadano es ser gobernado por poderes ocultos.
Esto acontece cuando el que manda no es el que firma”.
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor