Y merecen mi respeto por ello

 

En España no dimite nadie, ni aunque te cojan robando, a dos manos.

La casta política parasitaria, se sube al  coche oficial,  y de allí no le baja nadie, hasta la jubilación.

Son contados, contadísimos, los casos de dimisiones, por actuaciones delictivas, irregulares o falta del cuidado y celo  necesario en la gestión de los asuntos públicos.

Solo recuerdo dos políticos socialistas que lo hayan hecho:

Don Demetrio Madrid, presidente de la comunidad autónoma de Castilla y León, que dimitió al estar implicado en un proceso penal, del que luego fue absuelto, dicho sea de paso, y don Antonio Asunción, asumiendo sus responsabilidades como ministro del interior ante la fuga, o más bien el escondite en Cuarte de Huerva, de Luis Roldán…

La derecha, en cambio, ha sido más generosa a la hora de bajarse del  coche oficial  renunciar a los sueldos y a los privilegios.

Así sucedió con la ley para la reforma política, de 1977, cuándo la mayoría de los entonces Procuradores en Cortes, votaron a favor de hacerse el harakiri político, perdiendo sus escaños.

Pero, con el régimen constitucional, nadie se ha querido bajar del  burro, y es que se está muy bien viajando en coche oficial, cobrando sueldazos por no hacer nada de provecho, en la mayoría de los casos, y disfrutando de toda clase de prebendas…

Por eso merece todo mi respeto la postura de los cuatro vicepresidentes de gobiernos autonómicos de VOX, y la totalidad de los consejeros y altos cargos, a excepción de dos garbanzos negros,  que han dado el  portazo a la alianza con el  PP, ese partido para ayudar…al  PSOE.

Y sobre los dos consejeros que han desobedecido al partido, resulta obvio que solo les interesa el  beneficio, no el oficio de político, al  servicio de España y de los españoles.

Ambos estarán estupendamente en el PP, o en el PSOE, pues está claro cuáles son sus objetivos: servirse de la política para su lucro y medro personal,  como  el noventa por ciento, al menos, de la casta política que mantenemos y sufrimos.

El gran gesto de VOX, creo merece pasar a los anales de la Historia de España, pues significa un antes y un después, la idea de que los principios y valores están por encima de los intereses personales.

Y esa renuncia, cuando ya se ha llegado al  poder, y se puede vivir muy bien, disfrutando del mismo, haciendo cosas,  etc., supone un gran sacrificio, personal y familiar, que no tengo claro que la sociedad española sepa valorar en lo que vale.

Tengo la total convicción de que los dirigentes de ninguno de los dos partidos que alternan en el  poder, el PP y el PSOE, y mucho menos los partidos comunistas y separatistas, que caen sobre los presupuestos públicos como pirañas, tendrían la hombría y la honestidad de abandonar voluntariamente las canonjías correspondientes, por defender unos ideales…

¡Va por ustedes, señores de VOX!

Hoy estoy orgulloso de votarles.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.ramirograumorancho.com

Ramiro Grau Morancho