Seguramente, la mayor bolsa de dinero negro está en los alquileres, y el gobierno pasa del problema, como pasa de todo…

¡A Sánchez solo le interesa seguir en el Palacio de la Moncloa, que su esposa haga pingües negocios a la sombra del poder, veranear por cuenta nuestra, y viajar en Falcon!

La realidad es que la mayoría de los inquilinos pagan unas cantidades desorbitadas en dinero negro, en efectivo,  contra la entrega de un simple recibo, etc.

Y que una gran parte de los contratos de arrendamientos no se registran en las dependencias de las comunidades autónomas, ni se depositan las fianzas correspondientes, con lo cual esos cobros no se declaran posteriormente en la renta, ni se tributa por ellos.

¿Conoce el gobierno esta situación, y la incompetente ministra de la vivienda…?

Quiero pensar que sí, salvo que sean tontos perdidos, que también es otra opción.

Hay varias soluciones o remedios a esta problemática, que me permito exponer públicamente:

  1. – El no registro de los contratos, y de las fianzas correspondientes, entiendo sería salvable fácilmente, con una modificación que establecería que los contratos no realizados legalmente, se convertirían en indefinidos.

Y fijar un plazo prudencial, por ejemplo de seis meses, para “legalizar” todos los contratos de arrendamiento, incluso de una simple habitación, pues por desgracia muchas personas no pueden alquilar una vivienda, y solo pueden hacerlo con una habitación. (Hemos vuelto a los tiempos de la posguerra).

  1. – Asimismo, debería estipularse que todos los pagos de arrendamientos se realizaran bancariamente, de forma que quedara constancia documental de quien realiza el  pago,  quien es el beneficiario, etc.
  2. – Pero, sin duda alguna, la mejor forma de que esa gigantesca bolsa de dinero negro aflorara fiscalmente, sería permitir que los inquilinos redujesen de sus rentas un porcentaje del dinero que pagan por el lugar donde viven, sea piso, apartamento o una simple habitación.

¡Claro que esto sería una merma de ingresos para el  Estado, aunque no cabe duda de que como aflorarían muchas rentas hasta ahora ocultas al fisco, creo que no se produciría una disminución real de ingresos, sino un previsible aumento!

Hace ya años hubo  una corta etapa en la que se permitía deducir un porcentaje, identificando en la declaración de la renta la persona o sociedad beneficiaria, pero por razones que desconozco, esa deducción fue suprimida.

Hacienda debe pensar que los ciudadanos no tienen gasto alguno por vivir en alguna parte…

En definitiva, y en mi modesta opinión, no se controlan esos ingresos porque no se quiere.

Las razones habría que preguntárselas al gobierno, o a lo que queda de él.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.graueditores.com

Ramiro Grau Morancho