Hace mucho tiempo que las élites manipulan a la gente. Es decir, al pueblo, o la plebe. Si la gente, mayoritariamente, configura un pueblo, las élites lo tienen más difícil para manipular.
Si, mayoritariamente, la gente ya se ha convertido en plebe, a las élites les resulta más fácil manipular las conciencias de millones de personas.
¿En qué se diferencian el pueblo y la plebe? El pueblo (es decir, las personas que lo configuran) no ha perdido la capacidad de pensar por sí mismo, de reflexionar sobre lo que sucede, de tener sentido crítico (o sea, argumentar y no rebuznar) y de informarse para no ser manipulado. Por tanto, es más difícil que lo manipulen.
¿Qué hacen las personas que ya se han convertido en plebe? En vez de reflexionar, argumentar y tener sentido crítico (como decía antes), viven de sectarismo y de eslóganes: ‘¡No pasarán!, ¡Facha el que no bote!, ¡Yo si te creo, bonita!¡Vosotros machistas, sois los terroristas! Y un largo etcétera de eslóganes que son berreados públicamente. La plebe es fácilmente manipulable, aunque cree que no lo es.
Un ejemplo de cómo las élites manejan a millones de personas, con la inestimable ayuda de las criadas mediáticas subvencionadas.
A finales de julio 2024, en Southport (Reino Unido) tres niñas fueron asesinadas a cuchilladas, por un joven de padres ruandeses. Las niñas tenían 6,7 y 9 años.
El asesinato a cuchilladas de estas tres niñas, no interesó a las principales cadenas de televisión y los medios de comunicación, en general. Mucha gente ni siquiera está enterada de este horrible suceso. Sin embargo, el tiempo que los medios dedicaron al ‘beso de Rubiales’ fue enorme. Nos dieron ‘beso de Rubiales’ durante meses, día y noche. ¿Es esto casualidad? No.
Las élites, subvencionan a las criadas mediáticas y priman a los tertulianos políticamente correctos para que digan -una y otra vez- lo que les interesa que se diga. De este modo, la mayoría hablará del beso de Rubiales durante mucho tiempo. Pero no hablará -ni reflexionará- durante meses del asesinato, a cuchilladas, de las tres niñas inglesas. Es lo que quieren.
O sea, pensáis (la plebe) lo que nosotros (las élites) queremos que penséis. Una vez que el pueblo se ha convertido en plebe, se potencia su aborregamiento. Más juerga, sexo, sustancias animadoras y desinformación. La exministra comunista Irene Montero quería sexo incluso entre niños.
¿Qué se puede esperar de una sociedad aborregada y manipulada? Nada bueno.
Afortunadamente, los objetivos de las élites no siempre triunfan. Por ejemplo. En Francia, durante años, los medios de comunicación/manipulación, en manos de las élites (al menos los más importantes) han repetido día y noche, que Marine Le Pen es fascista. O ultraderecha. Así llevan años. Sin embargo, en las últimas elecciones generales, en Francia, la ‘fascista’ Le Pen ganó las elecciones generales. En la progre España, Abascal también es ‘fascista’. ¿Verdad, Alberto? Mejor pactar con el ‘puto amo’, Junts y el PNV. ¡Qué penoso!
Aunque Le Pen ganó las elecciones, se asociaron Macron y Melenchon para impedir que Le Pen gobernara. Los problemas políticos se dejaron para después de las Olimpiadas. Una vez terminadas, Melenchon exigió a Macron un gobierno de izquierdas. De modo que, probablemente, en Francia habrá un gobierno de izquierdas (Melenchon es una especie de Pablo Iglesias a la francesa) y una ‘fascista’, que ha ganado las elecciones, en la oposición.
De cada vez hay más ciudadanos que están hartos de los políticos ‘políticamente correctos’ (y de la derecha acomplejada) y están dispuestos a votar a los llamados ‘fascistas’. Aunque los verdaderos fascistas son los rojos y fauna asimilada.
Volviendo a España. Espero que mucha gente se dé cuenta de que le toman el pelo, cuando afirman (criadas mediáticas, tertulianos/as y fauna similar) que un gobierno de socialistas, con socios golpistas catalanistas, separatistas antiespañoles, comunistas y Bildu etarras, es progresista.
A menos que ‘progresista’ signifique izquierda reaccionaria, corrupta y antiespañola.
Noticia importante. Las élites quieren sancionar (ya empezaron en Inglaterra) penalmente a los que critiquen la inmigración irregular y denuncien el aumento de inseguridad. Y sancionar el delito de odio, que será lo que las élites decidan, a través de ‘sus’ políticos. Recuerde que, en la UE, socialistas, populares y liberales, son mayoría. O sea, Agenda 2030 muy resumida. En sus 17 objetivos y cuarenta páginas, la palabra ‘sostenible’ aparece 223 veces, la palabra ‘libertad’, tres veces, y ‘propiedad privada’, ninguna. Se entiende, ¿verdad?
Esta es la Europa que construyen las élites. Además, la Unión Europea quiere que empecemos a comer insectos, por el ‘apocalipsis climático’. Cucaracha frita, saltamontes con miel, araña negra, gusanos de bambú, larvas cocidas, escarabajos, hormigas rojas o grillos encebollados.
Esta comida ‘sostenible’ debería ser obligatoria para los alarmistas climáticos, progres y el gobierno en pleno. Y Alberto, si también ha tragado el apocalipsis.
Más basura. La Unión Europea (mayoría de socialistas, populares y liberales) defiende, en la ONU, algunas formas de pornografía infantil.
No se ensucie votándoles.
Sebastián Urbina