Estoy sorprendido e indignado de ver la manipulación informativa, más bien deformativa, a la que estamos sometidos los españoles, y adheridos.
Los medios subvencionados, es decir, casi todos, que son la voz de su amo, el régimen totalitario sanchista, se esfuerzan por echar balones fuera, y hacen de la anécdota, categoría.
Que Errejón es un salido, que cree tener “derecho de pernada” sobre cualquier mujer que se ponga a su alcance, y que seguramente le destetaron antes de tiempo, y por eso tiene querencia por untar pechos y culos con cocaína, para chuparlos y penetrarlos, resulta evidente, a juzgar por los testimonios anónimos sobre sus maniobras orquestales en la intimidad.
¡Qué fácil es denunciar anónimamente, y a través de las redes sociales!
Y qué cobarde.
Pero el tiempo y los jueces, pondrán las cosas en su lugar.
Resulta obvio que el piolet ha sido por las denuncias, ciertas o falsas, de agresiones sexuales.
El feminista Iñigo ha caído, víctima de la soga que facilitó a las femihistéricas, para las que todo lo que diga una mujer sea siempre creíble, y las leyes deben interpretarse “con perspectiva de género”, como proponía Irene Montero cuando era ministra de igual me da todo.
Ahora es eurodiputada, por lo que no hemos avanzado tanto…
Errejón es víctima del fuego amigo, destinado a cargarse Sumar, que ya empieza a ser Restar, y, de paso, Más Madrid, que también está resultando ser Menos Madrid.
Es la constatación de que los enemigos no están en otros partidos -esos son, simplemente, adversarios-, sino en el propio partido o partida.
Pero nos olvidamos de la categoría, el viaje imperial de los auténticos “reyes” de España, la emperatriz de los bajos fondos de Madrid (saunas gays de prostitución masculina), y su enamorado marido, Pedro Sánchez.
Han organizado un viaje a la India como si fueran los verdaderos Jefes del Estado, y la “catedrática” semianalfabeta ha sido recibido en olor de multitudes en universidades indias, que espero sean más serias que su universidad de procedencia.
Ayer la vi por las teleevasiones, toda henchida de orgullo y satisfacción, y al borde del orgasmo, como si fuera la Emperatriz del Reino Unido, en una visita a su colonia, la India.
¿Quién es la esposa del Presidente del Gobierno, desde un punto de vista constitucional y legal…?
Pues absolutamente nadie.
La nada con gaseosa.
Si fuera la todavía esposa del Rey Felipe VI, auténtico Jefe del Estado, aunque no ejerza como tal, al menos tendría la relevancia constitucional de ser la reina consorte, pero la señora doña Begoña Gómez, no es nada ni nadie.
De puertas adentro de la Moncloa, será la esposa de su marido, pero nada más.
Y conviene que se sepa.
E invito a quien piense distinto a que aporte los artículos de la Constitución o de leyes españolas que otorguen papel alguno a la esposa, o el marido, de los presidentes del gobierno.
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor