¿Qué es el ‘caso Lobato’? Juan Lobato era secretario general el PSOE de Madrid. Ha dimitido de su cargo.
Lobato recibió una filtración acerca del novio (Alberto González Amador) de la presidente de Madrid, Díaz Ayuso. Y se dirigió a un notario para mostrarle esta filtración, parece que proveniente del gabinete de Oscar López, que es -actualmente- ministro. ¿Por qué fue Lobato al notario? ‘Lobato fue al notario por miedo al juez: Si no lo hacía iba ‘p’alante’. (El Mundo)
Lobato no dimite y planta cara al “linchamiento” del PSOE: “Si lo que se me dijo desde Moncloa era falso, sería grave”. (Libertad Digital). Pero las presiones socialistas le hicieron dimitir.
Penúltima hora. ‘Óscar López, mano derecha de Sánchez en La Moncloa, lo utilizó como un pelele para difundir una información reservada sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso’. (L. Digital)
Parece que Lobato participó -aunque fuese al notario- en la cacicada socialista, pero lo más preocupante es esto: ‘La cúpula del PSOE confía en que el ‘caso Lobato’ escarmiente a los críticos’. (PressReader.com)
Aparte del razonable miedo de Lobato a sus camaradas socialistas, ¿Por qué es preocupante?
Veamos lo que dice el artículo 6 de la Constitución española.
‘Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos’.
¿Qué significa que deben ser democráticos?
Entiendo que ‘ser democráticos’ es lo contrario al ‘ordeno y mando’. Por ejemplo, las dictaduras son lo contrario de las democracias. ¿Qué diferencia hay? Además de no haber partidos políticos, ni elecciones libres y periódicas, hay ‘ordeno y mando’. El dictador decide lo que considera oportuno. No tiene que debatir nada con la oposición, porque no existe legalmente una oposición. Y la prensa es del ‘régimen’.
Si trasladamos esto a los partidos políticos, habría un jefe norcoreano (‘el Caudillo Sánchez’) que decide lo que hay que hacer, sin consultar, o consultando al que le da la gana. Además, los críticos lo pueden pasar mal, como ha dicho la cúpula del PSOE con el ‘caso Lobato’. Resumiendo, no hay que dialogar con los críticos, hay que escarmentarlos.
¿Es esto un comportamiento democrático?
En los ejércitos -no solamente en España- la estructura es jerárquica. Es la ‘lógica’ de los ejércitos. A nadie con dos dedos de frente se le ocurre que los sargentos, por ejemplo, se pongan a discutir las órdenes del capitán. Hay casos excepcionales, pero son excepcionales.
Sin embargo, en los sistemas `políticos democráticos, la ‘lógica’ es distinta. No tiene sentido el ‘ordeno y mando’. Incluso la Constitución, dice que la estructura interna de los partidos debe ser democrática.
No soy tan ingenuo que crea que solamente el PSOE prescinde/minimiza esta exigencia democrática. En todo caso, la cúpula del partido socialista, actúa de forma parecida -no igual- al ‘ordeno y mando’ de los ejércitos. Y en los demás partidos sucede algo parecido, no igual. No es cierta la repetida afirmación, ‘todos son iguales’.
Rosa Díez da en el clavo: ‘Lobato no es el problema, sólo el síntoma de la podredumbre del PSOE’. (Ok Diario). Tan es así, que la gente decente tiene que usar careta antigás si se acerca a la sede de Ferraz.
El más grave problema, no está en la vulneración, más o menos intensa, de la exigencia constitucional de que la estructura interna de los partidos deba ser democrática. Aunque sea grave. Lo peor es que -como dice Rosa Díez- el PSOE rezuma podredumbre.
La grave degeneración del PSOE hace que la repetida alternancia bipartidista -de estas últimas décadas- sea un intolerable insulto a los españoles decentes.
Es insufrible que haya millones de feligreses fanatizados que aplauden -al estilo norcoreano- el estiércol socialista, diciendo que huele a rosas. Y es insufrible que la oposición pepera sea tan blandengue con la gravísima corrupción socialista. Vote con ellos en España y Bruselas, y suplique contactos políticos -rodilla en tierra- con el PNV, Junts y demás chusma antiespañola.
Uno apesta a podrido y el otro, en la higuera centro centrada.
En esta dramática situación, los verdaderos ‘salvavidas’ no son -como debería ser- los partidos políticos democráticos, sino los jueces independientes, los periodistas independientes y los ciudadanos decentes y valientes. Que también los hay.
Ante la falta de democracia interna de los partidos políticos, y su falta de crítica interna, es absolutamente imprescindible la existencia de periodistas dignos y valientes, que ejerzan -con rigor- la crítica que otros escamotean y que es tan necesaria para la salud democrática de nuestras colonizadas instituciones, a las órdenes del ‘puto amo’. ¿Golpe de Estado ‘progresista’, o cómo llamar a este caciquismo?
‘Los socialistas se han convertido en cómplices y blanqueadores de un líder que, simplemente, amenaza a la democracia’. (Edit. El Debate)
Los socialistas, como los fascistas, nazis y comunistas. Amenazando la democracia.
Sebastián Urbina