Obedecer antes a Dios y sus Santas Leyes que a los hombres

 

En el año 1993, durante la Guerra de los Balcanes, un contingente militar de 35 legionarios españoles que servían como cascos azules de la ONU, estaban en la ciudad de Konjic a 40 km. de Sarajevo, y se encontraron con una masacre perpetrada por el grupo musulmán «pañuelos verdes» famosos en toda Bosnia por sanguinarios y despiadados.

En la guerra de Yugoslavia la prensa sólo hacía referencia a las masacres de ortodoxos contra musulmanes cuando en realidad ambos bandos eran igual de crueles e inhumanos, como pasa en todas las guerras.

El comando español estaba dirigido por un joven teniente legionario llamado Monterde que escuchó, cerca de su posición, los gritos desesperados de unas 200 mujeres y niños que huían de los musulmanes y unos 10 soldados croatas que cubrían la retirada de la población civil.

Los croatas, al ver los carros de combate de la ONU, se refugiaron tras ellos. Los soldados croatas pidieron de inmediato protección al Teniente Monterde porque si no, los musulmanes los iban a degollar a todos.

Los «pañuelos verdes» advirtieron a los españoles que si no entregaban a los croatas, los pasarían a cuchillo a todos.

Monterde preguntó a su alto mando militar qué hacer; el Alto Mando le ordenó que entregara a las 200 mujeres y niños croatas junto a los 10 soldados a los musulmanes y que no mirase atrás.

El joven Teniente Monterde dijo: «De aquí no se mueve ni Dios». Desacató la orden y plantó cara con sus 35 legionarios españoles a los 200 «pañuelos verdes», que al mirar a la cara al enemigo que tenía enfrente, españoles decididos a luchar hasta la muerte, se replegó y se marchó.
Aquellas 210 vidas inocentes se salvaron por desobedecer una orden.

En Croacia el 1 de diciembre se celebra como el Día de los Inocentes de Konjic y rinden homenaje a los soldados españoles que defendieron a los croatas.

Casi nadie en España conoce esta historia.

Honor a los soldados que no volvieron y dieron sus vidas por un Mundo mejor. Viva la Legión y viva España. José Luis Monterde es en la actualidad Teniente Coronel, Jefe del Órgano de Apoyo al COMIL (Comandante Militar)

 

De un amigo a otros amigos, podéis darle difusión para que se conozca el ejemplo.

 

La disociación entre los de «arriba» y los de «abajo», entre los que mandan y los que «debemos» obedecer, es patente, como el caso que ilustra esta impresionante historia de valor, entrega y amor al prójimo, o los que se vieron en Valencia recientemente con las inundaciones y tantos casos que indican que debemos desacernos urgentemente de la casta política y de este sistema corrupto y corruptor que los encumbra y mantiene. (El Criterio)