Vade Retro, Satanás

 

Todos los años recibo, aunque cada vez menos, varios calendarios grandes, de los comercios de proximidad que frecuento, pues yo soy partidario de comprar en las tiendas de barrio.

Los bancos ya no te dan ni los buenos días, excepto si te cobran la comisión correspondiente…

Y me he quedado preocupado, y molesto, de ver que en todos los casos son calendarios que podríamos llamar ateos, sin información alguna sobre las festividades religiosas, los santos o beatos del día, etc.

¿Ya no somos personas, solo “animales”, consumidores, y nada más…?

Para más inri, veo que en alguno de esos calendarios sí se señalan, como “fiestas de guardar”, el 27 de este mes, el “Jueves lardero”, o longaniza en el puchero, o la “Cincomarzada”, el 5 de marzo, festividad instaurada por los “socialistos” para “celebrar” el asesinato de varios cientos de carlistas, a las puertas de Zaragoza.

Y así otras festividades similares. Por supuesto, también los días de las comunidades autónomas, el día del trabajo, el 1 de mayo, etc.

No hay forma de saber el Santo del día, que nos permita dedicarles una oración a aquellos que son de nuestra especial devoción o, simplemente, felicitar a un amigo, que se llame igual que el santo en cuestión, aunque sea un poco más pecador que él.

¿Qué nos está pasando, somos tontos o nos gusta ser tratados como tales…?

El próximo calendario que me ofrezcan, antes de aceptarlo, miraré a ver si figuran los santos correspondientes, y las festividades religiosas, y de no ser así, no lo aceptaré.

¡A grandes males, grandes remedios!

España es una nación mayoritariamente católica, y aunque es cierto que cuando vamos a Misa vemos que, por desgracia, la mayoría de los asistentes somos personas mayores de cincuenta años, no debemos olvidar lo que dice el artículo 16, 3, de la Constitución, en sede de derechos fundamentales, sobre el asunto:

“Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.

Es cierto que la elaboración, impresión y regalo de esos calendarios los hacen empresas privadas, pero no me parece baladí, ni casualidad, que todos hayan optado por el ateísmo rampante.

Todos menos un hermoso Calendario de María Auxiliadora, editado por los Salesianos, y que es el único que va a adornar el salón de mi casa, mientras que todos los demás van a ir a la basura.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.ramirograumorancho.com

Ramiro Grau Morancho