Creo que todos los españoles sensatos, y hasta los tontos sin graduación (yo era un simple soldado escribiente), tenemos claro que estamos ante el gobierno más corrupto de las últimas décadas, y quien sabe si de los últimos siglos.
Ahora bien, lo que muchos no creíamos, es que era más traidor que Fernando VII.
Y ha quedado acreditado con las cesiones, indelegables, a Cataluña, negociando con un presunto delincuente, prófugo de la Justicia, para más inri.
Lo triste del caso es que estoy seguro de que Felipe VI, el Fernando VII de nuestros días, firmará todo lo que le pongan encima de la mesa, y sin temblarle el pulso.
¡El solo quiere colocar a su “niña”, aunque sea de dependienta de El Corte Inglés, o de influencer, que es lo que acabará siendo, a este paso!
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, DRAE, define la palabra exclusivo en sus dos primeras acepciones:
1.- Que excluye o tiene fuerza y virtud para excluir.
2.- Único, solo, excluyendo a cualquier otro.
Pues bien, para el régimen totalitario-comunista sanchista, las competencias exclusivas son delegables.
La cuadratura del círculo.
Por eso digo que los Ábalos no deben impedirnos ver el panorama global de España, con un gobierno que chapotea en el fango de la corrupción y la traición.
Son traidores; muy traidores.
Y mientras tanto, la población sigue entretenida con las putas de Ábalos, o con Ábalos y las putas, que es un tema que tira mucho, y se presta a toda clase de chascarrillos, de barra de bar, de tertulia o del cuñado gracioso.
¡Pero la realidad es mucho peor, todavía!
Se consuma la traición, y el golpe de estado silencioso.
La frase de Guerra de que “a España no la iba a conocer ni la madre que la parió”, en realidad debería ser cedida o patentada por Pedro Sánchez, el destructor.
Mientras tanto, el PP, partido para ayudar… al PSOE, no hace nada de provecho y, siento decirlo, tampoco veo que VOX haga algo digno de mención.
Estamos solos; completamente solos.
Pero seguiremos con la Bandera en alto, mientras Dios quiera, y sin desfallecer.
Que así sea.
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor