Tengo especial estima por la gran república argentina, uno de los pocos países hispanoamericanos donde los españoles podemos sentirnos como  en casa, y somos realmente apreciados.

Claro que, como me decía algún argentino: “¡Nosotros les queremos, porque como no teníamos ni oro ni plata, de aquí no se llevaron nada, pero  si nos aportaron la religión católica, el  idioma español, la creación de universidades, etc., en definitiva, su cultura y tradiciones!”.

Y tenía razón.

Ahora en cambio, y por mor de un estrambótico presidente del gobierno de España, esperemos que por poco tiempo, hemos suspendido las relaciones diplomáticas con la Argentina, creando grandes problemas a cientos de miles de españoles y argentinos, y dificultando las relaciones comerciales entre empresas.

¡Pero eso, a Begoña y Pedro, les da igual!

Así evitan que se hable de los extraños “negocios” de la “empresaria”María Begoña Gómez Fernández, la única empresaria que existe en el  mundo que no  aporta capital alguno, no arriesga nada, y solo va a por los beneficios, como una loba hambrienta de dinero y poder.

¿Son lo Kirchner españoles…?

A Néstor, con un ojo mirando para cada lado, no se le escapaba nada, pero era un personaje siniestro, y solo había que ver su torva mirada.

Murió en su palacete de El Calafate, al  lado del Perito Moreno, durmiendo sobre millones de dólares que –dicen-, estaban en la cámara acorazada sita bajo el  edificio, y en brazos de su secretaria, amiga,  amante.

Pese a lo cual, su “desconsolaba” viuda,  que estaba a miles de kilómetros de él, y con el que hacían vidas separadas desde hacía años, se sintió la viuda de Argentina, dada su tendencia natural al  histrionismo, la vacuidad y la mentira, que es una pena no se dedicara al teatro, en lugar de a la  usura jurídica, echando de sus casas a cientos o miles de personas, que se quedaron en la calle.

Propiedades inmobiliarias que eran compradas, a precios de risa, por Néstor y ella,  pues para dedicarse a la política “necesitaban mucha plata”, según confesión propia.

Y la verdad es que esa “necesidad” de plata fue a más y a más, y nunca estaban satisfechos con todo lo que conseguían rapiñar.

Esta pareja fue una auténtica desgracia para la gran nación hermana, y como sucede con todos los dictadores, cuando sus delitos empiezan a aflorar, caen en el crimen, se asesina a fiscales y otros servidores del orden público, y se pretende okupar los tribunales, con personas adictas…

Exactamente lo  mismo que está pasando en España, a excepción del   asesinato de fiscales, que aquí no es necesario, “pues ya sabemos de quien depende la fiscalía”; Sánchez dixit.

En ambas parejas, matrimonios o sociedades limitadas, pareja que la personalidad dominante es la de la mujer, mientras que el  hombre no deja de ser un segundón, por mucho que sea el figurante.

Begoña es como Cristina, nacidas para la gloria (según ellas, claro), y aunque todavía no se ha hecho tantas operaciones de cirugía, (que la pobre Fernández de Kirchner parece más un cuadro restaurado que otra cosa), todo llegará.

Ambas dos tienen un horizonte penal  francamente incierto, que pasa por la huida al  extranjero, a una nación sin extradición, o la cárcel.

Por cierto, ¿España tiene tratado de extradición con la República Dominicana, o no, pues ahora mismo lo desconozco…?

Cristina podrá disfrutar de algún tipo de prisión atenuada, en su propio domicilio, pues ya ha pasado de los 71 años, -más el  IVA, en su caso, qué ya sabemos de la tendencia que tienen muchas a quitarse años-, pero a Begoña que frisa por los 50 años, más o menos, no le caerá esa breva.

En definitiva, los argentinos ya han conseguido quitarse de encima a Cristina, y solo espero que los españoles podamos enviar pronto a hacer puñetas a los Kirchner españoles, aunque se llamen Sánchez Gómez.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.ramirograumorancho.com

Ramiro Grau Morancho