Pido  al Ayuntamiento de Zaragoza que cumpla con su deber

 

Recientemente hemos sido víctimas, tanto la  comunidad de propietarios de la que forma parte, como mi familia, como  copropietarios, de un ataque a esa propiedad compartida, que es una casa construida con arreglo a la ley de propiedad horizontal,  y normativa correspondiente.

Uno o varios usureros, en la acepción tercera del  término por la RAE, “Persona que en algunos contratos o negocios obtiene lucro desmedido”, han adquirido un piso del  inmueble, y dada su extensión, para los tiempos que corren, alrededor de 140 metros cuadrados, lo ha fraccionado o dividido en varios apartamentos, estudios o picaderos, con la finalidad de especular, y alquilarlos, imagino que a precios abusivos, y, si es posible, en dinero negro  (supongo).

Como el individuo,  o individuos, deben de ser muy “legalistas”, y lo digo con cachondeo, han presentado una declaración ante el Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza, Gerencia de Urbanismo, diciendo que iban “a realizar obras menores”.

¿Son obras menores dividir un piso,  construir nuevos baños,  nuevas cocinas, duchas, etc., alterando de paso las conducciones generales de las aguas, tanto residuales como  de boca,  etc., e incrementado en varios miles de kilos el peso que tienen que soportar las estructuras de un edificio que anda por los sesenta años de vida…?

Denunciados los hechos, primero al 092, Policía Local, contesta una señora, poniéndose la venda antes que la herida,  y diciéndome que “si no les dejaban entrar en el piso,  ellos no  podían hacer nada…”. 

Increíble, pero  cierto.

(La legislación les permite precintar las obras, solicitar un mandamiento de entrada al   juzgado,  y no  digo negar la cédula de habitabilidad, porque el  Gobierno de Aragón las ha suprimido recientemente, para agilizar las nuevas viviendas y, de paso, permitir usos y abusos como el aquí descrito, y denunciado).

Por vecinos colindantes he sabido que,  efectivamente, se personó la Policía Local, y que los  albañiles que allí trabajan, todos extranjeros, por cierto, hispanoamericanos, que debían de estar debidamente aleccionados, no les abrieron la puerta, con lo cual poco  pudieron hacer.

Vista la situación, he denunciado los hechos por procedimiento administrativo ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento, pero no he recibido, hasta la fecha, contestación alguna.

¿Se pueden empezar a dividir los pisos en dos o tres,  de forma que en lugar de 30 vecinos acabemos siendo sesenta o  noventa,  con un solo ascensor, posiblemente el doble o triple de residentes, y un aumento  considerable del  peso para un inmueble construido  para albergar 30 viviendas, en diez plantas, 3 por planta, más un undécimo para portería, y los bajos correspondientes, que son locales comerciales…?

Por desgracia, este abuso  especulativo inmobiliario se está repitiendo en otras casas de la zona, y pido al  Excmo.  Ayuntamiento de Zaragoza que cumpla con su deber.

Ítem más, los estatutos fundacionales de la finca, debidamente inscritos en el  Registro de la Propiedad, prohíben expresamente la división o subdivisión de los pisos, o la modificación y variación de las tuberías generales y elementos comunes de la comunidad de propietarios, como no podía ser menos.

Por no hablar,  también,  del artículo 47 de la Constitución: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada…”.

 

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor

https://www.ramirograumorancho.com

Ramiro Grau Morancho