mas_perdido_que_un_pulpo_en_un_garaje

¡Qué lejos queda aquél golpe de mano que le llevo a la Secretaría General! ¡La moción de censura contra Rajoy, convirtiéndose en el presidente de gobierno con menos escaños de la reciente democracia! y, sobre todo, ¡qué lejos quedan sus viajes en el Falcon, sus gobiernos con más ministras que sillas! Sus encandilados discursos para viejecitas y millenials …. El glamour del poder.

Nada más iniciar su reciente andadura, se puso la medalla del Profanador Mayor del Reino del Valle de los Caídos. Todo iba viento en popa, por fin había ganado la Guerra Civil. Las negociaciones con los separatistas para romper España iban más suaves que la seda. Incluso ya se pergeñaba una ley para acabar con la heterosexualidad patriarcal en un plis-plas.

Pero a este gobierno ecologista le está perdiendo un bicho vivo que mata. Por decirlo de una manera no muy cruda, le ha cogido a Pedro Sánchez y su gobierno en pelota picada. Un gobierno que constituyó no sólo con lo más inútil del Partido Socialista (cosas de las cuotas), sino con un cáncer político llamado algo así como “Unides podemes”. Pedro Sánchez ha metido una jauría de marxistas que siguen al pie de la letra el Manual: provocar crisis en los gobiernos burgueses de izquierdas hasta tomar el poder (díganselo a Kerenski).

Entre corros y pasillos, los socialistas más viejos, menos glamurosos y con más experiencia, no dejan de repetir un mantra: “esto va muy mal, esto se hunde”. Ha quedado patente en escasamente una semana que una sanidad fraccionada en 17 autonomías es absolutamente inoperante; que los gallitos de los gobiernos vasco y catalán, todavía cacarean por proteger sus fronteras imaginadas. Se ha evidenciado que las competencias autonómicas no sólo no están delimitadas sino que se solapan generando un caos político-administrativo que parece el famoso nudo gordiano.

Todo el mundo exige mascarillas, guantes y tests contra el Coronavirus. Llegan noticias de compras y donativos de millones y millones de mascarillas y todavía dicen que faltan ¿dónde están? Se compran test deficientes a empresas chinas ilegales y son incapaces de conseguir lo más mínimo de la Unión Europea, salvo los escupitajos que ha echado Holanda contra nuestros ancianos, pidiendo que les dejemos morir. Y el gobierno mudo.

¿A qué se debe tanta inutilidad del Ministro de Sanidad, Salvador Illa, catalán para más referencias? Pues simplemente a que es inútil. No es un hombre para llevar un ministerio pues carece de la más elemental experiencia para un cargo de este calibre. La razón de su nombramiento fue que era parte de la cuota que impuso Iceta a Sánchez, para establecer la mesa de negociación con Torra. Después de todo el nacionalismo nos va a matar de la forma más insospechada.

En medio de la tormenta, y gracias a la entusiasta participación del 8 de marzo, en el que el eslogan más coreado era que el patriarcado mataba más que el corona virus, ha caído enferma la responsable de que el consejo de ministros funcione: Carmen Calvo. No haremos sangre con su mentira negando que estaba contagiando o de su super suite en la sanidad privada, digna de una defensora socialista del pueblo oprimido. Tampoco haremos referencia al cerrojazo informativo sobre los contagios de la mujer de Pedro Sánchez y otras destacadas personajes que lideraban las pancartas del 8-M.

El que se ha pasado por el forro todo -incluyendo la cuarentena, ha sido Pablito Iglesias. Por las noches lee ávidamente el Manual. Sabe que es el momento propicio para asestar un buen golpe al PSOE y un empuje a su particular revolución bolivariana. Pedro Sánchez sólo podría librarse de él destituyéndole, pero eso crearía una crisis letal en el gobierno. Y el caos reinante no lo permite. Pablo Iglesias ha olido a sangre, y como las hienas no piensa soltar la presa e intentará que el gobierne nacionalice todo, hasta la bandera española si pudiera.

Por último, se prepara un tsunami, para aquellos que les gustan los tsunamis democráticos. Se trata de la oleada de denuncias criminales por negligencia contra Pedro Sánchez que se está preparando desde asociaciones profesionales sanitarias, policiales y de familiares fallecidos. Su negligencia es responsable de muchas muertes.

Y cuando todo esto haya pasado, nos encontraremos con el desolador paisaje de una economía desangrada y un país al borde de la bancarrota. Por suerte, dicen que Pedro Sánchez pertenece a la generación de españoles mejor preparados de la historia (Zapatero dixit). Seguro que montado en el Falcon elevará España a las más altas cumbres del progreso material y espiritual.

J&B

Javier Barraycoa