Que la mayoría de los políticos son corruptos, es algo del dominio público, sobre todo aquellos que han hecho de la política su profesión, pues carecen de ocupación alguna, o sus ocupaciones previas no les permiten enriquecerse como la política.
Lejos quedan los tiempos en que algunas personas se sentían llamadas al servicio público.
La política se ha convertido en una profesión más, y no para servir, sino para servirse…
Aceptando lo anterior como mal menor, en realidad como mal mayor, lo grave es la metástasis de la corrupción en los altos cuerpos de funcionarios, y me refiero a una buena parte de los fiscales, abogados del estado, y otros cuerpos meritorios, en los que la sociedad tenía depositadas sus esperanzas de un buen servicio público, con imparcialidad y profesionalidad.
Hoy me envía un amigo, ¡gracias, Manuel!, la rocambolesca historia, que ya conocía, de cómo la guardia civil intercepta al hermano de Koldo García, parece ser que policía nacional, llevando copia de la contestación del Ministerio de Transportes a una solicitud de Transparencia presentada por mí, al propio señor Ábalos.
¡Y entregada en mano por el Subsecretario del Ministerio, todo un ejemplo de lo que no puede ni debe hacer nunca un alto funcionario, descubrir y revelar secretos e informaciones a las que tenga acceso por el ejercicio legítimo de su cargo!
La noticia ha salido en El Periódico de España, y desconozco si en más medios.
Creo que ese individuo ya ha sido cesado, y está siendo investigado, pero no me cabe duda de que el fango del régimen totalitario-comunista sanchista le habrá ubicado en otro destino, menos rumboso, pero donde pueda seguir sirviendo al “puto amo”, en expresión gráfica del actual Ministro de Transportes.
El ministro, con tantos dimes y diretes, insultos en los medios a todos los oponentes del amo, que cada día somos más, a Dios gracias, etc., no tiene tiempo para hacer su trabajo, y solo hay que ver la gran cantidad de accidentes ferroviarios que se están produciendo en España, y el lamentable estado de las infraestructuras nacionales, en general.
Tampoco tiene tiempo, o ha dado la orden expresa, de que no contesten a mi solicitud de transparencia enviada por procedimiento administrativo el 15 de septiembre de 2024, es decir, hace tres meses, y que dice textualmente así:
“Que al amparo de la Ley de Transparencia, y con relación a la Resolución previa de la solicitud de transparencia formulada, y contestada por la Presidencia de Puertos del Estado, en Expte. 001-045040, en fecha 28 de septiembre de 2020, en la que se decía en el apartado 3 que 4.003.400 mascarillas habían sido entregadas, depositadas o almacenadas en el MITMA, desearía saber:
1º. – Destino final dado a esos más de cuatro millones de mascarillas, o sí siguen depositadas en los almacenes del Ministerio. –
2º. – Identificación de la Autoridad, asesor o funcionario que firmó el acta o las actas de recepción, y fecha o fechas de las mismas. –
3º. – Persona o personas, debidamente identificadas, al menos por sus cargos, que autorizaron, supervisaron o dieron el visto bueno al destino final, dado a esos más de cuatro millones de mascarillas. –
Zaragoza, 15 de septiembre de 2024. –
Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
Paseo de la Castellana, 67. 28071 – MADRID”.
En fin, espero que algún escribano del ministerio tenga a bien atender a este contribuyente, que cada día está más cabreado por el destino dado a sus impuestos.
(Excuso decirles que las mascarillas tienen dos años de vida útil, por lo que, en el hipotético supuesto de que existan, o hayan existido alguna vez, son ya basura, que habrá que reciclar, para evitar que produzcan daños medioambientales.
Su coste fue de doce millones cien mil euros, a razón de dos euros y medio por unidad, más el veintiuno por ciento de IVA).
Ramiro Grau Morancho
Académico, jurista y escritor