En efecto, los argentinos, siempre tan exagerados, no solo tienen un Papa, sino dos. El “verdadero”, el Papa Francisco, y un antipapa, que responde al nombre de Alejandro IX, y que reside en la ciudad de Moreno, en el Gran Buenos Aires.

Este caballero, según leo en esa fuente tan poco fiable llamada Wikipedia, se llama Alejandro Tomás Greico, antes Cardenal Alejandro de la Compasión, y tiene treinta y tantos años, de lo que se deduce que su carrera ha sido muy notable, o que la Iglesia Católica Apostólica Remanente está formada por cuatro fieles, mal avenidos. Me inclino más por lo segundo…

Son ya tres los antipapas que nos ha dado esta peculiar iglesia: León XIV, fallecido a los treinta y pocos años, parece ser que de leucemia, Inocencio XIV, que escasamente duró un par de años, y el “Pontífice” actual, Alejandro IX, a quien deseamos larga vida, no como Antipapa, sino como simple seglar.

¿Por qué proliferan las sectas, los grupos pseudoreligiosos, que al calor de la tradición, del latín –que muchos de ellos seguramente desconocen-, de la pomposidad y parafernalia, viven de los donativos y limosnas de fieles desengañados de la Iglesia Católica? Creo sería un buen tema para un sesudo estudio sociológico. Pero la verdad es que no sé de qué me extraño. Aquí también tenemos nuestro antipapa español, en El Palmar de Troya, aunque parece ser que francamente en declive.

De cualquier forma, la diarrea mental de estas nuevas Iglesias es notoria. Yo que soy católico no entiendo cómo se puede creer lo que expone un sacerdote “excomulgado” de esta iglesia Remanente:

  • Quiero el fin del celibato (no aclara si vive en “comunión” con alguna feligresa).
  • Quiero una iglesia colegiada.
  • Quiero ver los frutos del verdadero ecumenismo y
  • Creo que ya es hora de que hablemos seriamente de la ordenación femenina (si alguien quiere cargarse lo que queda de la Iglesia Católica, lo mejor que puede hacer es pedir la ordenación de las mujeres, en mi humilde opinión).

Y aporta algo de cordura a su exposición: “Hay que enseñarle a los fieles católicos que la Iglesia no es una salmodia en latín, que no son misas pomposas, que la Iglesia es la reunión de los fieles, es el pueblo de Dios”.

Pero, para rematar su mensaje firma así: “Padre Sebastián Fernández, Sacerdote católico independiente”. (Puede verse en internet, Foro-Ciudad.com, epígrafe “Posible Palmar en Argentina”).

¿Qué quieren decir con la palabra Remanente? La verdad es que lo desconozco –agradecería información al respecto-. Según el diccionario, la expresión procede del latín remans, y se refiere a algo que sobra. ¿Tal vez esa misma iglesia? Según el diccionario panhispánico de dudas, existen formas con una escritura cercana: eminente y preeminente. ¿Quiere resaltar su “supremacía” sobre la iglesia católica, apostólica y romana…?

¿Y qué significa “sacerdote católico independiente”? El Código de Derecho Canónico establece taxativamente en el canon 265 lo siguiente: “Es necesario que todo clérigo esté incardinado en una Iglesia particular o en una prelatura personal, o en un instituto de vida consagrada o en una sociedad que goce de esta facultad, de modo que de ninguna manera se admiten los clérigos acéfalos o vagos”. En efecto, la Iglesia Católica, nuestra Iglesia, exige que todo clérigo tenga en todo momento un legítimo superior eclesiástico, legalmente establecido, con arreglo al citado Código. No somos protestantes, a Dios gracias.

Gracias Papa Francisco por haber aceptado el encargo de dirigir la Iglesia Católica, nuestra Iglesia, a través de los tiempos. Y nuestra gratitud también a Argentina, por habernos dado un Papa, así como a España, por evangelizar Argentina y hacer que el español sea la lengua vernácula del Papa.

De cualquier forma, y vista la torcida línea de actuación del ¿Papa? actual, a veces me pregunto –y Dios me perdone, si yerro-, si Argentina no nos habrá dado dos Antipapas al mismo tiempo…

 

Ramiro GRAU MORANCHO

Abogado y escritor

Ramiro Grau Morancho