¡Muera el mal gobierno!

 

La Monarquía hispánica, por naturaleza y esencia, nunca fue absolutista. Y cuando por trastornos históricos se sintió tentada por el absolutismo al estilo francés, el pueblo supo levantarse contra los gobiernos del Rey al grito de Mori el mal govern! Esta expresión era idéntica en lengua aragonesa, mallorquina, valenciana o catalana, esto es, en toda la Corona de Aragón. Por eso la veremos repetirse a lo largo de los siglos, cuando los gobernantes, en nombre del Rey, iban contra la esencia del pacto de libertades que suponía la relación entre el rey y sus súbditos. Frente al contrafuero del Conde-Duque de Olivares, en la Guerra dels Segadors se gritaba “¡Viva la tierra, muera el mal gobierno!”, al que se añadía el grito de “¡Viva la fe de Cristo!” y “Visca lo Rei”. Con ello se significaba el amor a la Monarquía hispánica y el desprecio hacia los malos ministros del Rey.

Con la invasión napoleónica se revivió el espíritu popular de sublevación contra los gobiernos tiránicos y extranjerizantes que dejaban España en manos de José Bonaparte. Igualmente, en el siglo XIX estalló la sublevación de los Malcontents (Descontentos) contra los gobiernos masónicos y afrancesados que dominaban a Fernando VII y sus políticas de desamortización eclesiástica y tierras comunales. En la población de Manresa, epicentro de la revuelta, se publicó El Catalán Realista, que tenía como lema “Visca el rei i mori el mal govern!”. Años antes, en Cataluña, en la Guerra realista contra los gobiernos afrancesados habían resonado los mismos lemas: viva el rey pero mueran sus malos gobiernos. La historia no deja de repetirse y nuevamente contemplamos cómo desde gobiernos centrales se pretende asesinar las libertades de los pueblos hispanos. Ha empezado a prender por Cataluña, pero este fuego arrasará toda España. Por eso, ante la tiranía, y como nuestros antepasados, volvemos a gritar: Mori el mal govern!

 

Javier Barraycoa

Javier Barraycoa