Emiliano García-Page, presidente socialista de Castilla-La Mancha, avisó a Pedro Sánchez: «Antes de que se rompa España se rompe el PSOE». Esperemos que así sea. Esto sucedía a principios de 2019.

¿Por qué hizo esta advertencia García-Page? Porque incluso un socialista puede darse cuenta de que Sánchez está poniendo en peligro la España democrática actual. ¿Qué peligro?

Recordemos.

Sánchez mendigó una reunión con el presidente Torra en 2020. Un presidente autonómico con aires de jefe de Estado. Que es, además, un racista. Dijo, en su artículo “La llengua i les besties” publicado en “El Mon”: «Los españoles son bestias carroñeras, víboras, hienas con una tara en el ADN».Tranquilos, no es delito de odio.

Torra apoyó públicamente a los golpistas catalanistas. Siempre lleva el lazo amarillo -dicen que duerme con él- que simboliza el apoyo a los citados golpistas. Declaró a la prensa: «Los eslovenos lo tuvieron claro. Decidieron determinarse y tirar hacia delante en el camino de la libertad con todas sus consecuencias hasta conseguirlo. Hagamos como ellos». Es decir, reclamaba para Cataluña la llamada vía eslovena que supuso 78 muertos y cientos de heridos.

Con este racista/golpista dialogó Pedro Sánchez. Pero el “president” Torra no se conformaba con cualquier cosa. Quería una cumbre, como si se tratara de dos jefes de Estado. Sánchez intentó engañar a la opinión pública haciendo creer que se trataba de una reunión habitual.  Necesita los votos de los separatistas antiespañoles para seguir en la silla presidencial y en el Falcon. Vacaciones en Doñana. Una buena pensión de expresidente, prebendas presidenciales, etcétera.

¿Y qué quiere dialogar? Dado que el racista Torra quiere -y lo ha dicho públicamente- la independencia de Cataluña a las bravas y también ha dicho que quiere tratar la autodeterminación de Cataluña, ¿qué hay que dialogar? Un presidente digno rechazaría de plano estas exigencias inconstitucionales. Pero Sánchez es indigno.

Cuando okupó el sillón presidencial, expulsando a Rajoy, con el apoyo de comunistas, batasunos, y separatistas antiespañoles, dijo que convocaría elecciones «en breve». Mintió. Plagió su tesis doctoral. Comportamiento vergonzoso que provocaría su dimisión en cualquier democracia. Menos aquí.

¿Ha sido Sánchez el primer socialista traidor a España y a los españoles? No. Su precedente cercano es Rodríguez Zapatero.

En noviembre de 2003, el candidato a la presidencia del Gobierno, Rodríguez Zapatero, visitaba Barcelona para dar ánimos al PSC de cara a las elecciones. Dijo una peligrosa estupidez: «Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán». O sea, apoyaré las previsibles reivindicaciones soberanistas/independentistas.

Zapatero habló con ETA, no para que le dijeran cuándo y cómo entregarían las armas, sino para dialogar. Llegar a acuerdos con los criminales. Pero no con el Partido Popular. En febrero de 2015 se reunió con el dictador comunista Raúl Castro. Despreciando a la oposición democrática. Igual que Sánchez. Es lo que se puede esperar de gentuza así. Ahora apoya al dictador Maduro.

Si miramos atrás, en 1974, tras la llegada al poder de Felipe González (admirado por Alberto), el PSOE defendía lo siguiente: «La definitiva solución del problema de las nacionalidades y regiones que integran el Estado español parte indefectiblemente del pleno reconocimiento del derecho de autodeterminación de las mismas, que comporta la facultad de que cada nacionalidad y región pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de los pueblos que integran el Estado español».

Ya mostraban su desprecio por la unidad de España. Y siguen siendo socios de los separatistas antiespañoles. Sánchez y sus compañeros de viaje, quieren una «España plurinacional».

Ahora, en 2024 es mucho peor. El traidor/golpista Sánchez, amnistía a los golpistas catalanistas, entrega a Bildu- el brazo político de ETA- el Ayuntamiento de Pamplona, y pacta con los comunistas.  ¡Otra vez el Frente Popular del 36, o parecido! El PSOE, Sánchez, sus socios y sus votantes, se han envilecido, aún más. Era difícil, pero la izquierda puede. Esta repugnante traición del socialista Sánchez, no sería posible sin los votos de millones de borregos fanatizados.

PSOE, PP y Sumar pactan las 23 comisiones del Congreso adaptadas al nuevo Gobierno’ (Valencia/Plaza/23/11/2023.). Alberto pacta con el traidor/golpista Sánchez y los comunistas. Y va a la UE, cogido del brazo de ‘Su Persona’ para solucionar un problema judicial interno. Alberto, una oposición blanda- con este gobierno traidor/golpista-, no es una oposición. Es un humillante paripé.

La separatista Miriam Nogueras (Junts) eleva la amenaza: “Pagarán por lo que han hecho y no sólo los jueces”.

Una España cobarde y progresista, se arrodilla ante la chusma separatista catalanista y Bildu, el brazo político de ETA.  A esta pocilga antidemocrática hemos llegado. Todo pueblo tiene el gobierno que se merece. Si puede elegirlo.

A finales de enero 2024, el PSOE (ya una secta sin escrúpulos) muestra su clara disposición a amnistiar el terrorismo de Tsunami y los CDR, las relaciones de Puigdemont con emisarios de Putin, acosar a los jueces que dicten sentencias que no les gusten, e impunidad para cualquier ilegal tropelía de los separatistas antiespañoles.

En un auto, el juez de Barcelona, Joaquín Aguirre imputa a Puigdemont por alta traición. Pero el Juez Supremo, Pedro Sánchez, se pasa por el forro la separación de poderes. O sea, autocracia, no democracia.

El Mundo: “Sánchez declara inocentes a los imputados por terrorismo. Afirma, mientras los jueces investigan, que la amnistía incluirá a todos porque no son terroristas”.

‘Somos la izquierda putrefacta’.

 

Sebastián Urbina

Sebastián Urbina