Religión

IMPACIENCIA DE ETERNIDAD. La tercera forma en que se determina la estructura del sentimiento religioso español es algo que yo llamaría «impaciencia de la eternidad».

RELIGIOSIDAD DEL CABALLERO. No es posible poner término a esta conferencia sin intentar -aunque sea superficialmente- caracterizar en sus grandes rasgos la religiosidad peculiar del

IDEA DE LA MUERTE. En la idea que el caballero cristiano tiene de la muerte puede condensarse el conjunto de su psicología y actitud ante

CULTO AL HONOR. Esa estimación superior que el caballero cristiano concede a su personalidad individual encuentra su expresión y manifestación extrema en el culto del

PERSONALIDAD. Todas estas cualidades del caballero van, en resumidas cuentas, a parar a una característica fundamental: la afirmación enérgica de la personalidad individual. El caballero

MÁS PÁLPITO QUE CÁLCULO. Este tipo de hombre, que se precia de llevar dentro de sí el guía certero de su vida por el mundo,

ALTIVEZ CONTRA SERVILISMO. La combinación de la confianza en sí mismo con la grandeza y el arrojo dan de sí, inevitablemente, la altivez y casi

ARROJO CONTRA TIMIDEZ. Otra consecuencia del «ser» caballeresco es la preferencia del arrojo a la timidez o de la valentía al apocamiento. El caballero cristiano

GRANDEZA CONTRA MEZQUINDAD. De esa condición primaria del caballero, paladín de su propio ideal, derívanse un cierto número de preferencias más concretas, que vamos a

EL CABALLERO CRISTIANO. Pero todas estas figuras, tomadas del tesoro artístico de España, tienen un grave inconveniente: su excesiva determinación, su adscripción marcada a un